Llega diciembre, se acerca el verano, y con ello la temporada de piscinas que motiva especialmente a las niñas y niños de las familias. Es importante que los adultos responsables de los menores tomen precauciones sobre la salud auditiva infantil, considerando ciertas situaciones que pueden afectar su salud.
Según recogió la agencia PressCom, estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que casi el 60% de los niños que sufren pérdidas auditivas es por un mal secado de sus oídos tras salir de la piscina.
Detallan que este problema surge «cuando el conducto auditivo se inflama, lo que provoca un dolor intenso que aumenta al tocar la zona auricular, especialmente en la parte frontal, y también durante la masticación».
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En conversación con la citada agencia, la fonoaudióloga Angélica Olguín explicó que los padres deben secar con cuidado el agua acumulada en los oídos de los niños, evitando introducir objetos.
Olguín sugirió que para realizar el secado de oídos de los niños de forma cuidadosa se usen métodos seguros «como inclinar la cabeza para permitir que el agua drene naturalmente».
También ofreció consejos para evitar directamente la entrada de agua y cuidar así la salud auditiva infantil. «Para evitar que los niños pierdan su audición es recomendable que los padres tomen ciertas precauciones tales como, protegerlos de ruidos fuertes, supervisarlos en actividades acuáticas, evitar que se introduzcan objetos en los oídos o realizarle chequeos auditivos de manera frecuente», comentó.
Se suma a ello el uso de tapones o gorros de baño, así como evitar prácticas como el uso de hisopos que pueden llegar a dañar sus oídos.
Ante una nueva temporada de piscinas, resguardar la salud de los infantes es fundamental para garantizar momentos de diversión y frescura, tomando las precauciones necesarias para evitar daños o tragedias.