Crisis total en el IN: Profesores y Desbordes en la mira. Desde anuncio de sumarios hasta acusaciones de falta de control se entrecruzan en medio del caos de la comunidad educativa.
La violencia vuelve a sacudir al Instituto Nacional y deja a todos bajo escrutinio. Mario Desbordes anunció un sumario contra dos profesores por su presunta participación en hechos delictuales durante la visita del Presidente Boric en 2024.
El alcalde acusó omisiones graves de la administración anterior, pero su ofensiva abrió un flanco inmediato: comunidad escolar, docentes y el Defensor de la Niñez lo responsabilizan por la falta de control actual. También por falta de diálogo.
Desbordes no la vio venir
La avanzada presidencial encontró objetos asociados a delitos antes del ingreso del Mandatario. La información surgió por la prensa, no por canales internos. Desbordes aseguró que no recibió antecedentes al asumir. Dijo que no había sumarios, informes ni registros. Cuestionó que la gestión anterior dejara avanzar la violencia sin medidas reales contra los “overoles blancos”.
El diagnóstico, sin embargo, golpea también al actual alcalde. Profesores y apoderados sostienen que Desbordes no logró frenar la violencia, pese a conocer el estado del liceo desde su primer día. Denuncian protocolos débiles, ausencia de protección y una autoridad que “reacciona más tarde que temprano”. El Defensor de la Niñez advirtió que el municipio no garantiza un entorno seguro y que los estudiantes siguen pagando el costo de la inacción acumulada.
Los apoderados describen un clima sostenido de miedo. Reclaman ataques, bombas de ruido y grupos radicalizados que actúan sin consecuencia. Aseguran que el municipio no recupera el orden ni entrega herramientas reales al equipo directivo. Para ellos, la crisis no es herencia pura: es también falta de decisión política presente.
Denuncia penal contra profesores
Desbordes evalúa presentar una denuncia penal. Afirmó que el informe interno muestra hechos “nítidos y claros”. Pero las dudas crecen:
¿El municipio actuó solo cuando un reportaje lo obligó?
¿El control de daños primó sobre la gestión?
¿La violencia continúa porque nadie ejerce autoridad sostenida?
Los “overoles blancos” operan como el símbolo del fracaso compartido. La administración anterior los dejó crecer. La administración de Desbordes no los reduce. El Instituto Nacional sigue atrapado entre grupos violentos y una comunidad cansada de la impunidad.
El municipio promete entregar avances del sumario. La comunidad exige algo distinto: orden real, sanciones claras y una autoridad que finalmente enfrente la violencia que destruye al histórico liceo. Pero sin abusos.
Diferencia sobre la Ley Aula Segura
El Defensor de la Niñez Anuar Quesille, ha señalado que quienes más se ven afectados por estos hechos violentos son los niños y niñas, que cotidianamente ven coartado su derecho a la educación”.
Quesille subrayó que “lanzar bombas molotov, o agredir a otro son conductas constitutivas de delito”. No obstante, diferencia el debate sobre la Ley Aula Segura de la condena a la violencia.
“Cosa distinta es el contenido de la Ley Aula Segura (…), tiene serias falencias en su aplicación (…) nuestra postura ha sido que esta normativa debe alinearse a los estándares internacionales y a la Ley de Garantías”, concluyó.
