Nacional y economía

Cuestionada jueza del caso «sicario» entrega su versión

Mario López M. Periodista

No hay claridad hasta el momento, si se trató efectivamente de un «quilombo» de proporciones o de algo más grave. Mientras tanto, Osmar Ferrer, el sicario de Meiggs liberado tras pasar solo algunas horas en la cárcel, goza de libertad. 

La jueza Irene Rodríguez, quien se encuentra en el ojo del huracán por su rol en la  cuestionada liberación de Omar Ferrer, imputado en el «Caso Sicario» por el homicidio de José Reyes Ossa, el “Rey de Meiggs”, dio su versión: «no hubo dolo en el proceso judicial».

Quilombo judicial

Como se sabe, un conjunto de oficios emanados desde el 8vo Juzgado de Garantía de Santiago y debidamente firmados por la jueza cuestionada y dirigidos por mano y luego por canales usuales y formales, dieron pie a que uno de los tres imputados por el alevoso homicidio de un comerciante denominado «El Rey de Meiggs», quedara libre.

Una lluvia de versiones desde las instituciones involucradas e incluso de autoridades superiores, dieron marco al escándalo. Desde la Presidenta (s) de la Corte Suprema hasta el Ministro de Justicia, pasando por Gendarmería y políticos, intervinieron.

No hay claridad hasta el momento, si se trató efectivamente de un «quilombo» de proporciones o de algo más grave. De hecho, existen dos vías abiertas de investigación en lo administrativo y en lo criminal. Mientras tanto, Osmar Ferrer, el sicario de Meiggs liberado tras pasar solo algunas horas en la cárcel, goza de libertad.

«Error administrativo»

Por su parte, este martes, la principal apuntada con el escándalo, la magistrada Irene Rodríguez, fue enfática en declararse inocente. Hoy, en el matinal Mucho Gusto, no solo reiteró sus dichos, sino que, además, dio a conocer cómo se produjo el presunto «error administrativo». Este, habría sido la razón del cómo de generó la excarcelación del denominad «sicario» de 18 años.

Según la jueza, se trató de un «error de tipeo en el nombre del imputado». Eso la llevó a elaborar un segundo oficio para dejar sin efecto la primera orden de ingreso a prisión preventiva. Luego, procedió a corregir esta equivocación mediante un tercer documento que ratificaba la medida cautelar más gravosa.

De acuerdo a la magistrada, la Corte Suprema“ no permite hacer enmendaduras” en los oficios. Por ello, en lugar de solo corregir el nombre se elaboró el documento que dejaba sin efecto la resolución anterior. Luego, elaboró tercero que contenía la corrección.

«No estaba dormida»

«Ya estaba firmado, no se pudo revertir para hacer una cosa sin tener que dejar sin efecto, porque el sistema son hitos que se pasan (…) Debe dejarse sin efecto la orden de prisión preventiva, para luego hacer una nueva orden con el nombre bien escrito”, argumentó desde su domicilio.

La jueza Rodríguez se aferró a un error involuntario, afirmando que “fue un asunto que en general pasa (…) El sistema no permite que uno haga enmendaduras, sobre todo cuando está firmado. Y no me había percatado que había ese error».

También respondió ante los comentarios reproducidos por la prensa, en cuanto a que se habría quedado dormida durante la audiencia de formalización: «Qué poco aporte eso, están disconformes con lo que yo hice en la audiencia. Que yo hice algo irracional, tonto. ¿Por qué inventan cosas tan nimias, o a veces nadie cierra los ojos para seguir escuchando?… Si yo me hubiera quedado dormida, no hubiera resuelto lo que resolví, con el ímpetu que lo hice», argumentó.

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