La inseguridad y sus repercusiones se han convertido en uno de los temas prioritarios para las autoridades del país en los últimos años.
Esto, debido a que los actos de violencia figuran entre las mayores inquietudes de la ciudadanía, según distintos estudios de opinión. Una investigación del Centro de Estudios Públicos (CEP) reveló que esta crisis también está teniendo consecuencias dentro del ámbito educativo.
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El estudio más reciente del CEP, titulado «Más allá de la seguridad: Educación en contextos violentos», abordó cómo la percepción de inseguridad puede incidir en los resultados académicos, a partir de hechos violentos ocurridos en las inmediaciones de los colegios y su impacto en el rendimiento de los estudiantes.
INVESTIGADOR
Gabriel Ugarte, investigador del CEP, sostiene que hasta ahora «Sabemos que la violencia dentro de las escuelas afecta a los estudiantes, pero aún falta evidencia sobre cómo los crímenes fuera de los colegios impactan su educación. Este estudio busca precisamente cuantificar ese efecto, especialmente en un contexto donde crímenes de alta violencia y connotación social, como los homicidios, han aumentado».
Con ese objetivo, se llevó a cabo un análisis considerando los resultados del Simce aplicado en 2023 a estudiantes de segundo medio, junto con los datos sobre homicidios registrados en el mismo período por la Subsecretaría de Prevención del Delito (SPD), dado que este tipo de crimen es uno de los más severos y genera un alto nivel de perturbación.
CEP
César Gamarra, también autor del estudio e investigador asistente del CEP, detalla que la muestra «Contiene a alumnos en comunas que experimentan homicidios de forma recurrente. En específico, utilizamos información de estudiantes distribuidos en 745 establecimientos de educación media, en 33 comunas».
El equipo comparó los resultados Simce de estudiantes residentes en comunas donde se produjo al menos un homicidio en las dos semanas previas a la aplicación de la prueba, con los de estudiantes de comunas donde el crimen tuvo lugar en las dos semanas siguientes, lo que significa que estos últimos no enfrentaron un entorno violento inmediato antes de rendir el test.
CONSECUENCIAS
Para medir con precisión el efecto de la inseguridad en la educación, el CEP desarrolló una fórmula que permite cuantificar el impacto.
De acuerdo con los resultados, los estudiantes que viven en zonas donde ocurrió un homicidio poco antes de la evaluación obtuvieron puntajes inferiores en promedio, con una disminución de cerca del 7% en lectura y un 9% en matemáticas.
No obstante, en los casos donde el homicidio ocurrió muy próximo a la fecha del examen, la caída en el rendimiento fue aún más drástica, alcanzando una baja de hasta el 20%.
Según el informe, los hallazgos «son significativos», ya que al observar estos datos «se observa que la pérdida de aprendizajes es de aproximadamente un cuarto de año escolar (25%), cuyo efecto prácticamente se triplica cuando se analiza la muestra de casos donde el homicidio ocurre más cerca de la fecha de la prueba».
La investigación también incluyó un gráfico comparativo: a la izquierda, los resultados del Simce en comunas que enfrentaron homicidios antes del test, y a la derecha, aquellos donde el crimen se produjo después.