La defensa de Adriana Rivas, exsecretaria de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), la policía secreta de la dictadura, reabrió la batalla judicial contra su extradición a Chile, luego que el fiscal general australiano, Mark Dreyfus, diera luz verde a su entrega a nuestro país.
Así lo informó la agencia EFE.
El magistrado decidió hace algunas semanas dar curso al proceso, dijo la abogada Adriana Navarro, representante de los familiares de las víctimas atribuidas a la mujer.
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A su juicio, este último escollo en la repatriación pone a sus representados en un “yo-yo emocional” entre la esperanza y la decepción.
Criticó también “el trato” que se les ha dado a Rivas, porque consideran que se tiene más “deferencia” con la agresora que con las víctimas, agregó Navarro.
CON DIENTES Y UÑAS
Era el último paso tras el rechazo, en 2022, a una apelación al fallo del pleno del Tribunal Federal Australiano en favor de su extradición a Chile emitido en noviembre de 2021.
Sin embargo, a finales del mes pasado la defensa de Adriana Rivas, de 70 años, presentó un nuevo recurso legal. Esto, para que se anule la decisión del gobierno de extraditarla a Chile, así como para impedir que cualquier fiscal, ministro o funcionario la entregue, informó el diario Sydney Morning Herald.
“Este asunto se encuentra actualmente ante el Tribunal Federal de Australia”, dijo la oficina de Dreyfus.
SECRETARIA DEL «MAMO»
La exsecretaria de la DINA está recluida en una prisión de Sídney desde su detención en febrero de 2019. Es requerida por Chile, desde 2018, para juzgarla por su supuesto papel en la desaparición de Víctor Díaz, quien fuera subsecretario del Partido Comunista (PC), en 1976, y otros seis activistas, entre ellos una mujer embarazada.
Se presume que ella, que defiende su inocencia, formó parte de la brigada de exterminio Lautaro de la DINA, donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.
Rivas viajó en 1978 con su entonces marido a Australia. Ahí se dedicó durante 30 años a labores de limpieza y cuidado de niños.
En 2006 vino a Chile, donde fue detenida por los casos vinculados a su extradición. Logró escapar y volver tres años más tarde a Australia.
