Nacional y economía

Fallece Alejandro Bustos, único sobreviviente de la matanza de Paine

Valeria Lagos

Alejandro Bustos
Más conocido como “El Colorín”, es símbolo de la memoria y la dignidad campesina.

Alejandro Bustos González, conocido como “El Colorín”, falleció, dejando atrás una vida atravesada por el horror, la resiliencia y la lucha por la memoria.

Fue el único sobreviviente de la brutal matanza de campesinos ocurrida en Paine durante los primeros días de la dictadura cívico-militar en Chile, en septiembre de 1973.

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El 20 de septiembre de ese año, Bustos fue detenido junto a otros trabajadores rurales, acusados falsamente de ser parte de agrupaciones políticas. Junto a Carlos Chávez, Orlando Pereira, Raúl Lazo y Pedro Ramírez fue llevado al fundo Cullipeumo, donde fueron fusilados por carabineros y civiles.

Creyéndolo muerto, lo arrojaron al río. Milagrosamente sobrevivió y, desde entonces, se convirtió en un testigo clave de uno de los episodios más atroces de la dictadura.

Su relato estremecedor sobre lo ocurrido esa noche —el trato inhumano, las torturas y la ejecución masiva— permitió develar la identidad de algunos responsables, entre ellos civiles ligados a sectores empresariales y familiares del candidato presidencial José Antonio Kast.

Entre los implicados, según Bustos, había empresarios, camioneros y miembros de Carabineros, conocidos en la época como «los chacales de Paine».

TESTIMONIO VIVO DE UNA HERIDA ABIERTA

Durante décadas, Alejandro Bustos cargó con el dolor de lo vivido, pero también con la responsabilidad de denunciar y mantener viva la memoria de sus compañeros asesinados.

“Fuiste fuerza, fuiste lucha, fuiste verdad”, expresó una organización de derechos humanos tras conocerse su deceso.

El testimonio de Bustos fue clave en múltiples procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad en la zona sur de la Región Metropolitana, donde Paine fue la comuna con mayor proporción de víctimas en relación a su población.

Su relato ayudó también a visibilizar el rol de civiles en los crímenes de la dictadura, en una época donde el foco estaba puesto solo en las Fuerzas Armadas.

Hoy, Chile despide no solo a un sobreviviente, sino a un luchador por la justicia, la dignidad y la memoria histórica.

 

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