En prisión preventiva quedó Claudio Figueroa, confeso de la muerte de la joven sanfelipeña Michelle Silva, cuyo cuerpo se encuentra desaparecido desde el 6 de enero de este año.
Así lo decidió el Juzgado de garantía de San Felipe, que además fijo un plazo de 180 días para la investigación, tiempo que el imputado deberá cumplir en de prisión preventiva en el Centro Penitenciario de Valparaíso.
Figueroa confesó también haber lanzado el cuerpo de Michelle Silva al río Aconcagua, específicamente en cercanías del Puente del Rey.
«Nosotros estamos evaluando un femicidio (…) no va en torno a una relación o posible relación de pareja o expareja, tiene que ver básicamente por razones de género», precisó el fiscal Eduardo Fajardo.
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LA ESCALOFRIANTE DECLARACIÓN
El acusado se presentó voluntariamente en dependencias de la Policía de Investigaciones el pasado 20 de enero.
Durante la audiencia de hoy, la fiscal regional Claudia Perivancich narró la declaración de Figueroa.
Este dijo que reside en la vivienda de su madre, ubicada en avenida Maipú, donde además vive su hermano junto con su pareja e hija.
Como consumidor de diversas sustancias ilícitas, «tenía la aplicación de Grindr instalada en mi celular para poder comprar drogas».
«La noche del viernes 5 de enero, me metí a la aplicación para comprar drogas y encontré el perfil con una foto de una niña escort con bonita de cara (…), quien me ofreció psicotrópicos y comencé a hablar con ella para comprarle drogas, dándole las indicaciones para que se pudiera juntar conmigo, diciéndole que debía llegar a calle Maipú», aseveró.
Luego habría visto a la víctima caminando por la calle.
«Me mantuve en el marco de la puerta hasta que la niña llegó a la altura de mi casa y en ese momento hablé con ella. Nos saludamos, hablamos de la droga, me pidió pasar a mi casa para no hacer la venta en la calle, así que en ese momento la entré a mi casa y nos fuimos a una de las piezas del patio que mi mamá tiene para arriendo», agregó.
«Estando en la pieza me habló de las pastillas que ella tenía para la venta, me mostró clonas, pero le dije que eso no quería y le dije que me esperara un rato que iba al baño», continuó.
Según la declaración del hermano del acusado, en esos momentos Figueroa se había acercado a su habitación y le había solicitado preservativos.
«ME DESCONTROLÉ»
La fiscal Perivancich continuó con la confesión del acusado:
«Al llegar unos minutos después, me di cuenta de que (la víctima) tenía mi celular y mi plata en su cartera. Le pedí que me las devolviera, pero no me hizo caso y fue ahí que me descontrolé y no sé en qué momento, miré el velador y vi que el cajón estaba medio abierto y había un cordón de zapatos, así que lo tomé y me acerqué a la niña por la espalda», expresó.
Añadió que «ella se encontraba sentada en la cama y, por la espalda, la tomé por el cuello con el cordón y la empecé a asfixiar hasta que me di cuenta de que la había matado».
El acusado declaró ante la PDI que al observar que Michelle Silva había muerto, «intenté meterla en un saco de plástico de color blanco».
También metió la ropa de la víctima en la misma bolsa.
Este no sería el primer crimen que comete Claudio Figueroa.
Tiene antecedentes penales previos por los delitos de porte ilegal arma blanca, violencia intrafamiliar, hurto simple, maltrato a Carabineros y abuso sexual a mayor de 14 años.
