El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, entregó un balance luego de la reunión del Comité para la Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) Nacional, realizada en la sede del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred). En la cita se revisó el plan de preparación frente a las emergencias que suelen presentarse durante el verano.
En la reunión se confirmó la Política Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres y se dio luz verde al plan sectorial del Ministerio de Agricultura. Además, la Dirección Meteorológica presentó su pronóstico estacional, considerado clave para anticiparse a las condiciones de la próxima temporada de incendios.
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Sobre este punto, el secretario de Estado señaló que ya se identificaron 1.091 puntos críticos en la zona norte, áreas que podrían verse afectadas por precipitaciones estivales vinculadas al invierno altiplánico.
También subrayó el fortalecimiento de las capacidades nacionales para enfrentar incendios: el presupuesto subió de $75 mil millones en 2021 a $160 mil millones para la temporada vigente, más del doble de recursos.
El dispositivo actual contempla la coordinación de 23 instituciones, 77 aeronaves, torres de vigilancia, sistemas de cámaras, maquinaria y brigadas de Conaf, Bomberos y Fuerzas Armadas.
NUEVA ESTRATEGIA
El ministro Álvaro Elizalde valoró el trabajo con comunidades organizadas y reiteró un punto crucial: el 99,7% de los incendios forestales tiene origen humano, ya sea por descuido o por acciones intencionales. En este último ámbito, aseguró que se han reforzado las capacidades investigativas, lo que ha generado un aumento en imputaciones y condenas.
Pese a que este año se han registrado más incendios, la superficie dañada ha sido menor, lo que atribuyó a una detección más rápida, una respuesta reforzada y a la estrategia del “golpe único”, que apunta a contener los focos apenas se inician.
PLAN ANTE INCENDIOS
El director ejecutivo de Conaf, Rodrigo Illesca Rojas, profundizó en esta nueva estrategia, centrada en actuar de inmediato en cuanto se detecta un foco.
Según detalló, hoy existe una mayor capacidad técnica para identificar con precisión el origen del fuego, apoyándose en cámaras de detección, torres de observación y cartografía que delimita zonas especialmente vulnerables e infraestructura crítica.
Una vez confirmado el incendio, las centrales de coordinación envían de forma inmediata al menos tres brigadas y tres aeronaves. En situaciones específicas, helicópteros trasladan brigadistas directamente al punto crítico, permitiendo un ataque inicial mucho más veloz. Este enfoque, inspirado en el modelo Call Fire de California, reemplaza la antigua entrega progresiva de recursos y busca frenar el avance del fuego desde sus primeros minutos.
Illesca destacó que la aplicación de este método ha reducido la superficie afectada, aunque advirtió que la capacidad operativa tiene un límite: múltiples emergencias simultáneas, cada vez más frecuentes por efecto del cambio climático, pueden disminuir la eficacia de la respuesta. Por eso insistió en que la prevención es fundamental.
Al cierre, las autoridades llamaron a la ciudadanía a actuar con responsabilidad ante un escenario cada vez más complejo debido a la crisis climática.
