El exdirector del Hospital San José, Jorge Ramírez, expuso una crítica situación relacionada con 670 trabajadores que, según detalló, mantenían licencias médicas extensas, en algunos casos acumulando hasta 14 años de inasistencias.
A su juicio, este escenario representaba «una debacle» y «un gran abandono de los deberes funcionarios, no solo de quienes abusan de beneficios laborales, sino también de las autoridades».
INFORMACIÓN
Ramírez recopiló la información entre los años 2017 y 2024, período en el que calculó un gasto anual superior a los 10 mil millones de pesos, considerando tanto los pagos por licencias como los costos asociados a los reemplazos.
Tras analizar caso a caso junto a la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin), inició procesos de desvinculación para aquellos funcionarios cuyos antecedentes lo permitían.
No obstante, denunció haber recibido múltiples presiones por parte de sindicatos internos del hospital que intentaron detener estas acciones.
«Me encuentro en el campo de la gestión de recursos humanos con esta debacle desde el punto de vista de la presencia o ausencia de trabajadores por hasta 14 años, donde constituye un volumen calculado desde 2017 al 2024 de 670 personas», expresó en entrevista con Al Pan Pan con Mirna Schindler.
Indicó que estas licencias involucraban a profesionales, técnicos y administrativos que, aunque cumplían formalmente con los requisitos para que Compin los revisara, ninguna autoridad los había evaluado ni tomado medidas previamente.
PRESIONES SINDICALES
Además, el exdirector reiteró que los sindicatos de funcionarios lo presionaron cuando intentó avanzar con las desvinculaciones: «Cuando empecé a hacer las desvinculaciones, fui sometido a presiones de ese carácter, por parte de los sindicatos de funcionarios».
En respuesta, decidió contratar a un profesional especializado en relaciones laborales para ordenar esta área, lo que también trajo conflictos dentro de su equipo.
Desde su perspectiva, el impacto económico de estas licencias era alarmante. Según sus palabras, «Entre el pago de esas licencias y los reemplazos respectivos, el hospital San José gasta más de 10 mil millones de pesos al año, que podrían ayudar a resolver la crisis de las listas de espera».
Aseguró que, de esa suma, más de 7.500 millones correspondían a licencias y unos 3.700 millones anuales se destinaban a cubrir reemplazos.
LICENCIAS
Respecto a la naturaleza de estas licencias, Ramírez recalcó que la mayoría eran intermitentes y cuestionó su duración: «Nadie tiene 14 años de cáncer. Médicamente estás recuperado porque la sobrevida del cáncer se calcula a cinco años», Subrayó que este fenómeno representaba «un gran abandono de los deberes funcionarios, no solo de quien puede estar haciendo abuso de una situación, sino también de las autoridades encargadas de supervisar”.
La indagación dentro del hospital se inició en mayo de 2024, al detectarse una preocupante crisis de ausentismo, que él calificó como «eterna».
Sin embargo, según relató, él envió los antecedentes al Servicio de Salud Metropolitano Norte, donde las autoridades no adoptaron medidas eficaces.
«Las medidas que siempre toman estos directivos es hacer un comité de ausentismo que mirarse las caras entre todos para que la cosa siga funcionando como está».
DENUNCIA
También denunció la existencia de un grupo de funcionarios protegidos dentro del recinto, algunos de los cuales habrían obtenido licencias fraudulentas por medio de terceros. Este tipo de casos, aseguró, no fueron abordados por la dirección del servicio.
Ramírez dejó el cargo mientras se encontraba con licencia médica, tras someterse a una cirugía.
La notificación se le envió a través de una carta, en la que se le solicitó la renuncia por «Pérdida de confianza» y por no haber resuelto la lista de espera, algo que consideró inviable de solucionar en el corto plazo que permaneció en el cargo.
CUERPOS DIRECTIVOS
Finalmente, declaró que «Hay una inhibición general de los cuerpos directivos para sincerar esta situación» y puntualizó que, a su juicio, las licencias más perjudiciales eran las de corta duración, entre dos y tres días, que solían coincidir con lunes, viernes o feriados, lo que evidenciaba comportamientos oportunistas.
En su reflexión final, el exdirector afirmó que «Esta pobredumbre que estamos viviendo de abuso de las condiciones que los contribuyentes entregan para resolver sus propios problemas» no era un problema exclusivo del Hospital San José, sino que afectaba al sistema de salud en su conjunto.