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Imputado reveló que narcovuelos FACh iniciaron en enero

Javiera Sanzana

Periodista

FACh
Foto: Agencia Uno
En su testimonio, también describe un operativo realizado el 17 de junio: «Ese día coordiné con el sargento M., a quien le pedí el favor del traslado de la maleta, a lo cual accedió. Le comento que esta maleta trasladaba ropas y una botella de whisky».

Mauricio Ponce, uno de los cinco exintegrantes de la FACh arrestados e imputados por el traslado de drogas en un vuelo institucional, reconoció haber participado en múltiples operativos similares desde comienzos de este año.

Durante su declaración, aseguró: «Esto no comenzó en el mes de mayo, sino en la última semana de enero, una vez que fui de comisión de servicio a la ciudad de Iquique por cinco días en el (avión) Hércules», revelando que su involucramiento comenzó antes de lo que inicialmente se pensaba.

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La confesión forma parte de un informe elaborado por la PDI y dado a conocer por MEGA. Al momento de su expulsión, Ponce tenía 31 años, ostentaba el grado de cabo primero y llevaba 12 años de servicio en la FACh.

TESTIMONIO

En su testimonio, también describe un operativo realizado el 17 de junio: «Ese día coordiné con el sargento M., a quien le pedí el favor del traslado de la maleta, a lo cual accedió. Le comento que esta maleta trasladaba ropas y una botella de whisky».

Por su parte, un cabo segundo identificado con las iniciales E.V. declaró, según MEGA, que recibió «una maleta de color negro que (…) dejaron en el hangar del Hércules, donde la fui a retirar al día siguiente».

E.V. agregó detalles sobre su rol en la operación: «Realicé las coordinaciones para que Ponce se comunicara con la gente encargada de entregarle la droga. Se le hizo entrega de una mochila color azul a Ponce, la que mantenía 1 kg de ketamina».

Ponce, por su parte, describió cómo recibió los estupefacientes: «Me estaba esperando una camioneta tipo SUV color negra. Al llegar, me subo atrás. Uno (de los sujetos presentes), al parecer, era extranjero, mientras que el copiloto era chileno. Él se comunicaba de una forma flaite. Comenzó a llamar por videollamada al cabo E.V. y luego que este contestara, el sujeto me apunta a la cámara y consulta si yo soy el contacto. E.V. dice que sí y se me hace entrega de una mochila color azul oscuro».

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