Este miércoles, luego de realizar una visita al Hospital Penitenciario del CDP Santiago Sur, el ministro de Justicia, Luis Cordero, en compañía de la ministra de Salud, Ximena Aguilera, anunciaron el inicio de una mesa técnica interinstitucional de Justicia y Salud, con el propósito de mejorar progresivamente las condiciones sanitarias penitenciarias.
Cordero explicó que esta iniciativa representa la reactivación de un antiguo convenio entre ambas carteras, destinado a establecer coordinaciones y trabajos conjuntos para la prestación de servicios de salud dentro de las instituciones penitenciarias.
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El ministro destacó que la población penitenciaria presenta la particularidad de requerir atención médica regular, pero enfrenta limitaciones en el acceso a ciertas prestaciones.
Detalló que el convenio aborda diversos temas, como aquellos vinculados a Fonasa, la cobertura de salud, aspectos de psiquiatría forense y la habilitación de espacios en el hospital penitenciario, para los cuales se necesitan proveedores de servicios. Cordero subrayó que es más práctico que Gendarmería brinde atención médica dentro de los establecimientos debido a consideraciones de seguridad y la necesidad de ofrecer prestaciones adecuadas en el lugar.
En la misma línea, la ministra Aguilera expresó su respaldo a la iniciativa y resaltó que mejorar la atención de salud a las instituciones penitenciarias no solo beneficia a la población penitenciaria, sino que también contribuye a resolver de manera más eficiente los problemas en el Sistema Público de Salud.
HOSPITAL PENITENCIARIO
En relación al Hospital Penitenciario, la ministra de Salud detalló que, tras inspeccionar las instalaciones, observó una mejora en las condiciones de habilitación, pero enfatizó la necesidad de aumentar la capacidad resolutiva.
En este sentido, explicó que en colaboración con la Subsecretaría de Salud Pública y de Redes, se llevará a cabo un análisis para fortalecer dicha capacidad. Esto incluirá la revisión de la autorización sanitaria para garantizar el cumplimiento de los estándares de infraestructura necesarios para realizar intervenciones de mayor complejidad. Asimismo, se buscará mejorar la vinculación con los servicios de salud y facilitar la visita de especialistas que puedan contribuir a la capacidad existente en el hospital.
La ministra también abordó algunos desafíos comunes en la atención penitenciaria, destacando las atenciones traumáticas como situaciones habituales. Además, señaló cambios en el perfil epidemiológico de la población penitenciaria, con un aumento de enfermedades crónicas. En el caso de las mujeres, resaltó la atención centrada en cuestiones de salud sexual y reproductiva, así como el cuidado de los niños cuando están con sus madres.
Agregó que el control de enfermedades transmisibles presenta desafíos particulares asociados a la atención penitenciaria y al riesgo de aglomeración de la población, y se está explorando la posibilidad de mejorar las capacidades para abordar estos aspectos.
La ministra reconoció la existencia de brechas en la atención, pero enfatizó que la mejor manera de abordar estos desafíos es mediante la implementación de este convenio, avanzando de manera gradual para encontrar soluciones a los problemas identificados.
