El pasado jueves 10 de octubre la madre de un conscripto fallecido el mes de abril por responsabilidad del Ejército en un entrenamiento en Putre, Romy Vargas, denunció que los oficiales llamados a retiro continúan ejerciendo en la institución.
Mediante su cuenta de X (ex Twitter), la mujer acusó que Sebastián Silva y Rubén Castillo, los implicados en el fatal incidente, siguen trabajando a pesar de haber sido llamados a retiro en mayo.
«¿Que pasó aquí?, ¿me mintieron?, ¿nos mintieron?, ¿por qué siguen activos estos tipos si se supone que estaban retirados?», posteó la mamá de Franco Vargas etiquetando al Ejército y a la ministra de Defensa, Maya Fernández.
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Fue el propio comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, quien había anunciado en mayo el retiro de los oficiales de la institución armada.
La madre del joven conscripto fallecido se enteró del servicio activo de los dos implicados mediante una solicitud de transparencia que realizó.
La respuesta a la solicitud detalla que hasta el 1o de octubre «la institución no ha recibido tramitados del Ministerio de Defensa Nacional los dos decretos supremos de los cuales consulta».
Franco Vargas falleció durante un entrenamiento en el altiplano chileno, sin haber sido sometido previamente a un examen médico para chequear si podía someterse o no a él. El joven fue obligado a marchar a temperaturas bajo cero sin la vestimenta correspondiente para el ejercicio.
Pese a que el joven llegó a rogarle a su superior por ayuda, los militares lo humillaron. Cuando su cuerpo sucumbió ante ese escenario, los encargados lo abandonaron y le impidieron a sus compañeros prestarle auxilio.
En aquella marcha, otro de los jóvenes que participaban del entrenamiento sufrió la amputación de una mano, lo que agravó el caso.