Este viernes, un grupo de médicos psiquiatras y anestesistas levantaron una advertencia por la falta de ketamina. Pese a que la sustancia forma parte del Formulario Nacional de Medicamentos, no está disponible en los principales hospitales del país debido a problemas de distribución.
Cabe señalar que la situación fue alertada en una carta a El Mercurio, en la que los médicos advierten sobre los riesgos que podría acarrear la situación.
En concreto, señalaron que «en los últimos años se han descubierto nuevos y revolucionarios usos para una antigua droga: la ketamina.
Esta, además de ser un anestésico útil para el manejo del dolor agudo y crónico, en dosis subanestésicas ha demostrado ser un medicamento extraordinariamente eficaz en el tratamiento de cuadros depresivos de larga evolución, habitualmente asociados a intensa suicidabilidad».
«Este año, por razones que desconocemos de manera fehaciente (se habla del robo de la droga en altas dosis por narcotraficantes, cosa no del todo demostrada por una seria investigación periodística, considerando que se negocia como droga dura), no se cuenta con ketamina en todo Chile», señalaron.
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FALTA DE KETAMINA EN CHILE
Junto a lo anterior, relatan que «esto se refleja en algunos de los hospitales más importantes del país: ni en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, ni en el de la Universidad Católica, ni en el de la Universidad de los Andes.
Lo mismo sucede en el centro-sur del país: ni el Hospital Las Higueras de Talcahuano ni la Clínica Sur de Concepción disponen de ketamina».
«A causa de ello, han quedado numerosos pacientes en peligro, con tratamientos interrumpidos. Sufriendo una involución de su cuadro, recayendo en la gravedad de su sintomatología, con angustia, agobio. Y, sobre todo, ideación suicida, sin poder acceder al tratamiento que podría cambiarles la vida», añadieron.
Además, aseguraron que Cenabast informó que la ketamina fue importada y volvió a entrar al país en septiembre pasado. Sin embargo, está «en espera de inicio de control de calidad».
«La pregunta que nos hacemos los médicos (anestesistas y psiquiatras) firmantes es si se está esperando que suceda algo irreparable.
Que se agraven los cuadros para los cuales la ketamina aparece como la alternativa única, o que las familias afectadas deban incurrir en gastos inmensos para compensar su ausencia. Utilizando recursos mucho más caros y de difícil acceso», sostuvieron los médicos.
Por último, recalcaron que «esperamos que las autoridades involucradas completen el procedimiento administrativo que permita contar con este medicamento en nuestros hospitales y clínicas.
En este momento, la salud y, en algunos casos, la vida de los pacientes dependen de su diligencia. Seguiremos golpeando las puertas que correspondan, esperando que se consiga el alivio, la cura y la salvación de los casos graves que nos toca ver y que tan bien evolucionaban con el uso de la ketamina».