Nacional y economía

Muertes en cárceles chilenas: impactantes cifras

José Miguel Ortiz.

cárceles
Foto referencial: Agencia Uno.
Las condiciones de hacinamiento, el uso de armas y el alto grado de violencia incrementó el número de muertos al interior de las cárceles.

Desde hace mucho tiempo los informes serios de Derechos Humanos sobre Chile, han encendido las alertas sobre las condiciones de las cárceles del país.

Al respecto, además de alertar la situación de hacinamiento y de casi nula reinserción en los penales chilenos. Se destaca la gran cantidad de homicidios que ocurren en esos lugares.

El martes 14 de enero pasado se informó el asesinato de un reo en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Curicó, en la Región del Maule.

Agregando un nuevo episodio de violencia al interior de las cárceles que termina con un deceso.

Según lo informado por Gendarmería, el hecho ocurrió en módulos del recinto penal producto de un enfrentamiento entre dos internos con armas cortopunzantes. Uno de ellos resultó con una herida de gravedad, por lo que fue llevado al Hospital de Curicó, lugar donde finalmente falleció.

A fines del 2024 se dio varias situaciones de este tipo, y la mayoría tenía relación con muertes provocadas por riñas y uso de elementos cortopunzantes.

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Otro de los casos que causó impacto fue el del reo que murió decapitado por su compañero de celda en el Centro Penitenciario Biobío, en Concepción.

Según información de Gendarmería, durante 2024 se registraron 48 reos fallecidos en distintos recintos penitenciarios del país, todos por riña o agresiones.

Las unidades penales con mayor cantidad de muertes se registraron en dos centros penitenciarios de la Región Metropolitana: Colina I (5 muertos) y Colina II (5 muertos); y de la Región de Los Ríos, en el Centro Penitenciario Valdivia (5 fallecidos).

De dichos establecimientos penitenciarios, el que tiene mayor sobrepoblación es Colina II, que llega al 163,5% del uso de su capacidad. No obstante, no es el complejo penitenciario con mayor sobrepoblación, sino que el de Copiapó es el que supera tres veces su capacidad, con un 327%.

Con esto, el año recién pasado se transformó en el más sangriento de los últimos tres años. Ya que en 2023 hubo 35 muertes y 29 en 2022. Lo supera el 2021, cuando el registro llegó a 49 internos muertos.

 

 

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