El retorno a clases implica grandes esfuerzos de las comunidades escolares. Uno de ellos, es dar aviso a las autoridades policiales cuando hay casos de abuso infantil.
Durante el 2024, el Centro de Entrevista Investigativa Videograbada (CEIV) de la Policía de Investigaciones (PDI) atendió 5.124 casos. En los cuales, funcionarios especializados entrevistaron a niños, niñas y adolescentes (NNA) en alguna de las 12 salas distribuidas en distintas regiones del país.
Las cifras revelan un patrón en los periodos de denuncia. Debido a que en los meses de enero, febrero, junio, septiembre y diciembre existe una disminución en la cantidad de entrevistas investigativas videograbadas (EIV) efectuadas a NNA.
Cabe señalar que las fechas coinciden con los periodos de vacaciones de verano e invierno, y con la celebración de las Fiestas Patrias. En paralelo, se observa un aumento en las EIV en los periodos donde los escolares vuelven a clases tras varios días de descanso.
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CASOS DE ABUSO INFANTIL
Durante el periodo de vacaciones de verano e invierno, específicamente los meses de febrero y junio del año pasado, se realizaron menos entrevistas a NNA. En detalle, el CEIV llevó a cabo 352 y 348 encuentros, respectivamente.
Por otro lado, en los meses de clases, se atendieron más casos en la PDI. Por ejemplo, en abril del 2024, se efectuaron 492 entrevistas, mientras que en noviembre se realizaron 490 encuentros.
El comisario Juan Pedro Bustamante, jefe del Centro de Entrevista Investigativa Videograbada de la PDI, comentó a La Tercera que el aumento de denuncias de casos relacionados con NNA cuando regresan a clases «no tiene una sola explicación, ya que son procesos multifactoriales que en la mayoría de los casos están interrelacionadas».
«Algunas veces el delito ocurre en la época estival, pero por temor y/o incredulidad las víctimas no lo mencionan, siendo el regreso a clases uno de los momentos en los que más se visibilizan», señaló.
Por ello, el entorno escolar toma relevancia. Debido a que «son los profesores y el personal escolar con quienes los NNA pasan gran parte del tiempo, pudiendo identificar signos de abuso, maltrato y/o vulneración de derechos, tales como cambios de comportamiento, alteración del estado de ánimo, inclusive signos físicos de maltratos».
A ello, se suma que es «más probable que entre ellos (compañeros) hablen o expresen situaciones difíciles que están viviendo, encontrando más oportunidades para contar lo que les sucede», señaló Bustamante.
