Tras una extensa investigación de la Fiscalía de Tarapacá y la Brigada de Trata de Personas de la Policía de Investigaciones (PDI) en Iquique, se desmanteló esta semana a una organización criminal dedicada a la trata de mujeres.
La operación terminó con la detención de 4 personas (tres extranjeros y un chileno), sindicados como integrantes de una red que mantenía bajo control al menos a 48 mujeres, de las cuales 10 ya han sido identificadas como víctimas directas de explotación sexual.
El operativo dirigido por la fiscal Karem Gómez, incluyó allanamientos simultáneos en 11 domicilios distribuidos en ocho ciudades del país, entre ellas Iquique, Calama, Copiapó y Ovalle.
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Según los antecedentes presentados en la audiencia de formalización, la red la encabezaba una mujer de nacionalidad peruana, quien ya había sido condenada anteriormente por delitos de trata de personas.
MECANISMO DE CAPTACIÓN
La imputada captaba a mujeres extranjeras dentro y fuera de Chile, prometiéndoles trabajos ficticios, para luego explotarlas sexualmente en prostíbulos clandestinos.
Las víctimas eran sometidas mediante engaños, coacción y aprovechamiento de su situación de vulnerabilidad. Además, se les imponían multas por diversos conceptos —como ausencias o incumplimiento de normas— para mantenerlas bajo un sistema de control y dependencia.
Los imputados también se encargaban de la difusión de servicios sexuales a través de plataformas virtuales y del cobro de los pagos recibidos.
El Juzgado de Garantía de Iquique decretó prisión preventiva para los cuatro detenidos por los delitos de asociación ilícita especial, trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, y fijó un plazo de 120 días para la investigación.
La fiscal regional de Tarapacá, Trinidad Steinert, destacó la magnitud del caso y aseguró que podrían identificarse nuevas víctimas a medida que avanza la revisión de los antecedentes recolectados.