Uno de los puntos de debate en la emergencia que afecta a la región de La Araucanía debido a los incendios forestales ha sido la autorización de quemas agrícolas controladas en los días previos a la crisis.
Según la Corporación Nacional Forestal (Conaf), entidad encargada de aprobar o suspender estas prácticas, es necesario cumplir con ciertos requisitos y procedimientos antes de realizar una quema controlada.
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El propietario o responsable del terreno debe notificar con al menos un día de anticipación su intención de llevarla a cabo. Como parte del trámite, es obligatorio inscribir el predio y al titular en los registros de Conaf, un procedimiento que se realiza una sola vez, a menos que el terreno cambie de dueño.
DOCUMENTOS
Para ello, se deben presentar documentos como la cédula de identidad, el rol de la propiedad, un certificado de dominio vigente y la ubicación del lugar.
Aunque el uso del fuego estuvo prohibido el domingo 25 de marzo en la región de La Araucanía, sí se permitió durante los días viernes y sábado previos, lo que ha generado cuestionamientos por parte de algunas autoridades locales.
Al respecto, la directora ejecutiva de Conaf, Aida Baldini, señaló en entrevista con 24 Horas: «Nos dicen ¿Cómo autorizaron quemas un día antes de saber que venía este viento? Sabíamos que venía este viento, teníamos absolutamente prohibidas las quemas el día domingo y el día lunes y por qué se autorizaron viernes y sábado, porque no había ninguna condición que lo impidiera».
QUEMAS AGRÍCOLAS
Añadió que se trató de quemas agrícolas destinadas a eliminar residuos de trigo, un proceso que, según sus palabras, «es muy rápido y no quedan brazas, por lo que esto no fue un factor para los incendios».
También explicó que la autorización fue una decisión tomada a nivel regional en un Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) organizado por Senapred, con la participación de agricultores, autoridades locales y representantes de distintos organismos.
«Es una decisión que se tomó y que fue aceptada. Pero reitero, esas quemas fueron correctamente realizadas y no fueron el problema para los incendios del otro día», afirmó.
Además, sostuvo que la cantidad de incendios en la región del Biobío fue similar a la registrada en La Araucanía, a pesar de que en Biobío las quemas controladas estaban prohibidas. «Puedes ver que tanto el daño como el número de incendios fue igual en la región vecina donde no hubo ninguna relación con autorización de quemas», enfatizó.
¿QUÉ SE PUEDE QUEMAR?
De acuerdo con Conaf, las quemas controladas deben cumplir al menos uno de los siguientes propósitos:
Eliminación de rastrojos agrícolas.
Deshacerse de ramas y materiales leñosos en suelos aptos para cultivos.
Preparación del terreno para siembras inmediatas mediante requemas.
Eliminación de zarzamoras u otra vegetación con el fin de construir o limpiar caminos, canales o cercos divisorios.
Erradicación de especies vegetales consideradas perjudiciales.
Habilitación de terrenos para cultivos silvopecuarios o manejo silvícola, siempre que no se infrinjan las normativas forestales vigentes.
Conaf tiene la facultad de suspender el uso del fuego incluso cuando una persona haya obtenido la autorización, si se presentan condiciones de riesgo como altas temperaturas, vientos fuertes, concentración de personas por eventos masivos o incendios forestales cercanos.
En su sitio web, la entidad detalla: «Conaf tiene la potestad de administrar el uso del fuego desde Arica y Parinacota hasta Magallanes. Para la ejecución de quemas se establece un calendario donde se señalan los días y horarios en que se pueden realizar quemas controladas; además, se establecen condiciones y medidas de seguridad antes de realizar la quema para que esta se ejecute bajo control».
EJECUCIÓN DE QUEMAS AGRÍCOLAS
Para realizar una quema controlada es fundamental considerar factores como las condiciones meteorológicas, la dirección del viento, la humedad del ambiente y la temperatura, así como la vegetación a eliminar y las características del terreno.
Según Conaf, la vegetación debe apilarse en franjas separadas por una distancia de 2 a 3 metros en terrenos planos y en sentido perpendicular a la pendiente en zonas con inclinación. La altura máxima permitida para estas pilas es de 60 centímetros, y es obligatorio contar con un cortafuego perimetral con un ancho equivalente a 2,5 veces la altura promedio de la vegetación a quemar.
En cuanto al monitoreo de estas quemas, la directora de Conaf señaló que existe un «Monitoreo satelital en vivo y en los satélites que son extremadamente sensibles al fuego», y que durante los días de quema contaron con el apoyo del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y Carabineros para fiscalizar el cumplimiento de las normativas.