Dispar es, por decir lo menos, la evaluación a la adhesión al paro de 48 horas que convocó el Colegio de Profesores.
Desde la organización gremial aseguran que llegó al 90 por ciento- como lo aseguró su presidente, Carlos Díaz- para ambos días, considerando tanto a los colegios municipales como aquéllos dependientes de Servicios Locales de Educación (SLE); según el gobierno, en tanto, -lo afirmó la subsecretaria, Alejandra Arratia, fue del 27 por ciento.
Díaz aclaró que las puertas de los colegios se mantuvieron «abiertas, porque nosotros jamás nos hemos negado a la posibilidad de que puedan dar alimento a los estudiantes», e insistió en que «respecto de las labores concretas de los docentes, fue el 90% de los establecimientos, el 90% del profesorado nacional que adhirió a esta paralización» y las clases no se hicieron.
Arratia, por su parte, enfatizó que «hemos estado monitoreando el paro docente y la adhesión a lo largo del país; podemos señalar que los antecedentes que tenemos nos dan cuenta de un 27% de establecimientos que adhirieron al paro».
Y AHORA QUÉ
La subsecretaria de Educación enfatizó que tienen la «voluntad a seguir dialogando y avanzar en medidas concretas», a lo que agregó que «hemos entregado una carta en que hemos señalizado fechas y compromisos puntuales y específicos respecto a los distintos ámbitos del petitorio. Pero es importante recordar que esto es fundamental que ocurra con las y los estudiantes en clases, resguardando su experiencia formativa y la prioridad que tienen para nosotros como país en la reactivación educativa».
Tras esta paralización, la directiva del Colegio de Profesores se reunirá el próximo lunes con las autoridades del Mineduc y luego, el 17 de agosto, tendrán una asamblea nacional, donde decidirán si acogen la propuesta del Ejecutivo o inician un nuevo paro, esta vez indefinido.