El sarampión es una enfermedad que muchos consideran parte del pasado, especialmente en Chile, donde fue declarado erradicado en 1992. Desde entonces, los casos detectados han sido escasos y todos con origen en el extranjero.
Sin embargo, su presencia vuelve a ser tema de conversación entre expertos y autoridades sanitarias.
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¿La razón de esta preocupación? En distintas partes del mundo, incluidos países cercanos, los contagios han aumentado significativamente. Por ejemplo, en Estados Unidos ya se han reportado 1.197 casos durante 2025, superando con creces los 285 registrados en todo 2024. En Argentina, solo en la primera semana de junio, se confirmaron 42 infecciones.
SARAMPIÓN
En Chile, la clave para haber erradicado el virus ha sido una estrategia de vacunación sostenida, que incluye dos dosis de la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis): una a los 12 meses y otra a los 36. Sin embargo, las cifras actuales generan inquietud entre las autoridades sanitarias.
Según datos del Ministerio de Salud, al cierre del primer trimestre de 2025, la cobertura vacunal aún no alcanza los niveles esperados. La primera dosis llega al 86,6%, lejos del 95% deseado.
La situación es aún más preocupante con la segunda dosis, que registra apenas un 62% de cobertura, lejos de la meta del 90%.
«Si bien en la primera dosis nos hemos mantenido sobre el 90%, incluso después de la pandemia, en la de los 36 meses hemos ido disminuyendo, y ahí está nuestra preocupación. Tenemos una población infantil que no está protegida: según la última cifra del primer trimestre de 2025, 4 de cada 10 niños no han completado su esquema, y 1 de cada 10 de un año ni siquiera lo ha iniciado», señala Elizabeth López, jefa del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI).
VACUNACIÓN
Las regiones de Arica (75,6%), Tarapacá (82,1%) y Antofagasta (83,1%) presentan las tasas más bajas en la aplicación de la primera dosis. Además, son las mismas zonas donde el avance en la segunda dosis también es menor: 51,5%, 53% y 55,9%, respectivamente.
Por otro lado, la Región de Aysén encabeza la cobertura con un 95,1% en la primera dosis, siendo la única que cumple la meta nacional. Le siguen Ñuble (93%) y O’Higgins (91,7%).
En relación con la segunda dosis, las mayores coberturas se encuentran en Ñuble (75,2%), O’Higgins (70,9%) y La Araucanía (70,7%), aunque ninguna logra alcanzar el 90% exigido.
Ante este escenario, López explica que han sostenido reuniones con profesionales de la salud y sociedades científicas para analizar nuevas estrategias y mejorar las cifras.
PROGRAMAS DE RESCATE
En ese marco, destaca la existencia de los llamados «Programas de rescate». «Desde principios de mayo hicimos un llamado de puesta al día para que los niños que no completaron su esquema lo puedan hacer estando en primero o segundo básico. Entonces, todos los establecimientos de salud, los vacunatorios, tanto públicos como privados, tienen disponible la vacuna contra el sarampión para los niños que no se han colocado la vacuna».
A partir de esta campaña, la autoridad informa que ha habido una mejora en las coberturas, tendencia que esperan mantener durante el segundo semestre, cuando comienza la vacunación escolar.
En este proceso, los equipos vacunadores, que acceden a los registros de inmunización, pueden identificar a los niños que no han completado su esquema y administrar las dosis que les falten.
Aun así, la jefa del PNI enfatiza que el esfuerzo involucra a toda la red de salud, pero que su éxito depende también del compromiso de las familias. «En todos los establecimientos de salud, entregando las directrices correspondientes para llegar a las metas, pero esto no es posible si es que los padres no asisten a los vacunatorios con sus hijos».
LA IMPORTANCIA DE LA VACUNACIÓN
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa y potencialmente letal. Provoca fiebre elevada, tos y una erupción cutánea característica, y puede generar complicaciones graves como neumonía y encefalitis.
Por esta razón, César Bustos, infectólogo de la Clínica Universidad de los Andes, señala que, si bien es poco probable que en Chile se repita la situación de otros países, la única forma de evitarlo es mantener altos niveles de vacunación. Además, advierte que viajar al extranjero sin estar protegido representa un riesgo significativo, especialmente si se visita alguna zona con brotes activos.
CONTAGIO
«El problema del sarampión es que mata. Y no mata por las lesiones en la piel. Esta es una enfermedad altamente transmisible y tiene afinidad por órganos como el sistema nervioso central –cerebro, médula– y también por los pulmones. Entonces, los niños y adultos que tienen sarampión pueden morir de neumonitis o por complicaciones como encefalitis».
Y enfatiza que «Una persona no vacunada tiene una altísima probabilidad de contagiarse si está cerca de alguien infectado. Es uno de los virus con las tasas de transmisibilidad más altas que existen, que una persona con sarampión puede contagiar a entre 12 y 18 personas. Es muchísimo».
Además del esquema habitual para menores, el Ministerio de Salud instruyó en mayo que las personas nacidas entre 1971 y 1981 que no tengan un comprobante válido de vacunación —especialmente si no se vacunaron después de cumplir un año— deben iniciar o completar su esquema con dos dosis.