Durante la noche del jueves, un grupo de cuatro delincuentes perpetró un robo con intimidación en una bodega de la importadora Wilson Requena, ubicada en calle Jotabeche 220, en la comuna de Santiago.
En concreto, tres de los individuos ingresaron al lugar disfrazados de Carabineros. De hecho, portaban quepis, poleras verdes con logos institucionales, placas de servicio visibles, armas y mascarillas que dificultan su identificación.
Según el reporte de Carabineros, el hecho ocurrió a las 21.10 horas, cuando los sujetos ingresaron alegando realizar un procedimiento por ropa falsificada.
Tras ingresar, intimidaron con un arma corta a una de las tres personas presentes en el lugar, la esposaron y posteriormente abandonaron las esposas en la escena.
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FALSOS CARABINEROS
La teniente María Salvatierra, oficial de ronda de la Prefectura Central, explicó que los individuos simularon ser funcionarios policiales investigando presuntos ilícitos.
«En el lugar había una persona que trabaja ahí mismo porque el segundo piso funciona como habitaciones de residencia y golpean la puerta de este lugar. Al abrir se percata que son tres personas vestidas con uniformes de carabinero», detalló.
A ello, agregó que «el uniforme que es el quepi verde con la polera verde, con logos institucionales, y hacia abajo con jeans y zapatillas blancas. Haciendo como alusión a que era personal que hace como labores de investigativa, de civil».
Salvatierra detalló que los delincuentes intimidaron a las víctimas para registrar la bodega. «Entran a esta bodega, las personas oponen un poco de resistencia, entonces en ese momento los intimidan con un arma corta, los esposan y los llevan a una habitación.
En esta habitación los registran. Les quitan sus pertenencias como celulares, billetera, y se llevan dinero en efectivo y ropa que también es acopiada en esa bodega», añadió.
ROBO EN SANTIAGO
El botín asciende a $3 millones en efectivo y otros $3 millones en ropa, según el avalúo inicial. La oficial añadió que la tercera víctima, quien llegó minutos después del ingreso de los falsos carabineros, cuestionó la ausencia de una orden judicial.
Lo anterior, fue lo que generó confusión entre los delincuentes, aunque lograron mantener la apariencia de un procedimiento legítimo.
«Nosotros no tenemos conocimiento de las prendas físicamente porque no las vimos. Lo único que tenemos son imágenes de los sujetos y a simple vista pareciera como que fuesen efectivamente prendas muy similares a las del uniforme que utilizamos», señaló Salvatierra.
