El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) suspendió temporalmente las importaciones de productos avícolas argentinos tras la confirmación de un brote de influenza aviar altamente patógena en Buenos Aires. La medida, aunque sanitaria, abre interrogantes sobre el suministro de alimentos en Chile, dado el peso de Argentina como proveedor, sobre todo en el rubro de los huevos.
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Según datos del propio SAG, entre julio de 2024 y agosto de 2025 Chile importó desde Argentina más de 7.600 toneladas de carne de ave (8% del total) y 704 toneladas de huevos frescos, lo que representa un 30% de las compras externas de este producto. La decisión podría, por tanto, presionar los precios internos en el corto plazo, especialmente en un contexto de mayor consumo hacia fin de año.
BRASIL RECUPERA TERRENO
La suspensión abre espacio a Brasil, principal proveedor de Chile, que recientemente recuperó su condición de país libre de influenza aviar tras superar un brote similar. De hecho, el SAG ya levantó la prohibición a las importaciones brasileñas, por lo que se espera que parte de la demanda chilena se redirija hacia ese mercado.
MAYOR VIGILANCIA Y ADVERTENCIAS
El SAG elevó su nivel de alerta e hizo un llamado a reforzar la bioseguridad en criaderos locales. Además, recordó la vigencia del “Seguro de Enfermedades Exóticas para Aves” de Agroseguros, que cubre pérdidas por sacrificios sanitarios.
Aunque la medida apunta a preservar el estatus sanitario de Chile, libre de influenza aviar desde 2023, también marca un giro en la balanza comercial del sector avícola, con posibles impactos en la oferta y los precios al consumidor.