Durante las primeras cuatro semanas de enero, el Ejecutivo proyecta que el proyecto Sala Cuna para Chile conocido como Sala Cuna Universal sea aprobado y se convierta en ley.
La iniciativa apunta a transformarse en uno de los últimos logros del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, abordando una deuda histórica en el ámbito laboral.
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Si bien se destaca el efecto positivo que la propuesta tendría en el crecimiento económico y en la reducción del desempleo femenino —que en ciertos períodos bordeó cifras de dos dígitos—, otra es la lectura que se hace desde el mundo de las pequeñas y medianas empresas.
En ese sentido, las pymes advierten sobre el impacto financiero que implicaría la iniciativa, asegurando que el nuevo esquema significaría una carga adicional para el empleo formal.
IMPACTO DEL PROYECTO SALA CUNA UNIVERSAL
El proyecto crea un Fondo Solidario de Sala Cuna, administrado por el Estado y financiado con una cotización obligatoria del 0,3% que deberán pagar los empleadores.
Según se ha planteado, esta medida incorpora un costo fijo asociado a la contratación de trabajadores, sin distinguir el tamaño de la empresa ni si anteriormente estaba o no obligada a entregar el beneficio. Además, desde el sector existe incertidumbre respecto a la eventual obligación de cubrir diferencias en caso de que el fondo resulte insuficiente o no exista oferta disponible.
Al respecto, el vicepresidente de Conapyme, Héctor Sandoval, indicó que durante esta jornada sostuvieron una reunión con la CPC, instancia en la que se manifestó respaldo al espíritu de la iniciativa, aunque no así a la redacción actual del proyecto.
Por su parte, David Bravo, director del Centro de Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, sostuvo que la ley resulta necesaria, pero enfatizó en la importancia de corregir aquellos aspectos que hoy generan diferencias al interior del Congreso.
CHILE MUJERES
Desde Chile Mujeres, en tanto, su directora Francisca Jünemann destacó el aporte que el proyecto tendría para el desarrollo y crecimiento del país.
No obstante, desde las pymes recalcan que su realidad dista de la de las grandes empresas, muchas de las cuales ya entregan el beneficio de sala cuna y que, con esta iniciativa, podrían reemplazar ese gasto por una cotización menor o similar, obteniendo incluso una ventaja económica.







