Nacional y economía

“Sangre en el salmón”: The Guardian revela abusos en Chile

Mario López M. Periodista

salmonera
Foto: Agencia Uno
Chile es el segundo productor mundial de salmón. Pero ese liderazgo, según el medio británico, se ha construido sobre prácticas riesgosas, regulaciones débiles y una expansión acelerada que ha ignorado sus efectos humanos y territoriales.

“Sangre en el salmón”: The Guardian revela abusos en Chile de las industrias salmoneras. Según el informe, 83 personas ligadas al sector han muerto y hay destrucción de empleos y ecosistema.

La industria del salmón en Chile vuelve a quedar bajo cuestionamiento internacional. Un reportaje de The Guardian expuso graves fallas laborales, negligencias, contaminación y un historial de muertes que revela el lado oscuro de un sector que creció casi un 3.000% entre 1990 y 2017. El medio británico lo resume con una frase brutal: “Quien come salmón chileno no se imagina cuánta sangre humana lleva consigo”.

Accidentes mortales y nula fiscalización

El caso del buzo Arturo Vera, de 59 años, encarna el drama humano detrás de la industria del salmón Chile. Murió tras ser impactado por la hélice de una embarcación en una piscifactoría de Puerto Natales. Según trabajadores, el motor debía estar apagado. No lo estaba. La autopsia mostró lesiones severas en cabeza y tórax. La empresa recibió multas, pero nada cambió de fondo.

The Guardian cita a Ecoceanos, que afirma que el sector tiene “la tasa más alta de accidentes y muertes laborales en la acuicultura mundial”. Entre 2013 y julio de 2025, 83 trabajadores fallecieron en faenas salmoneras.

La Inspección del Trabajo admite su incapacidad: apenas puede visitar uno o dos centros al año. Con ese nivel de supervisión, la fiscalización es casi simbólica.

Comunidades y ecosistemas en retroceso

El reportaje recoge denuncias de pescadores artesanales que ya no pueden subsistir. La contaminación, el uso de antibióticos y los residuos industriales habrían afectado la disponibilidad de especies. Para ellos, la expansión salmonera no solo es un problema ambiental; es una amenaza económica directa.

En la Araucanía, la comunidad Chesque Alto enfrenta una disputa legal contra una empresa salmonera. Habitantes denuncian la desaparición de peces y fauna. Incluso reportan muertes de animales domésticos por agua contaminada con formalina.

The Guardian advierte que el impacto no solo afecta el mar patagónico, sino también las etapas de agua dulce de la producción, amplificando los daños.

Un modelo de crecimiento con costos ocultos

Chile es el segundo productor mundial de salmón. Pero ese liderazgo, según el medio británico, se ha construido sobre prácticas riesgosas, regulaciones débiles y una expansión acelerada que ha ignorado sus efectos humanos y territoriales.

Para el sector exportador, el salmón chileno es un éxito económico. Para las comunidades y trabajadores, es una industria que opera con precariedad, peligros constantes y un impacto ambiental devastador.

El reportaje deja una conclusión clara: la industria del salmón crece, pero a un costo que ya no se puede ocultar.

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