Durante esta semana la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem) finalizó su campaña «Peligro a la vista», que es realizada todos los años entre el 6 de diciembre y el 6 de enero (fecha en que suelen ocurrir la mayor cantidad de accidentes por empleo de fuegos artificiales», que tiene como fin concientizar el riesgo que sufren los niños de sufrir quemaduras por el uso de artificio en Año Nuevo y Navidad.
Asimismo, todos los años se realiza un balance sobre la cantidad de niños que sufren quemaduras durante estas fechas. Este año, Coaniquem registró un total de siete niños que resultaron con lesiones, entre los cuales hay dos que terminaron con daño ocular por emplear petardos.
Esta cifra afortunadamente, considerando lo terrible que es una quemadura por fuegos artificiales, ha visto una disminución respecto de los últimos años. En 2022 y 2023, en las mismas fechas, se habían registrado nueve casos de niños con quemaduras, este año fueron dos menos con siete casos.
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El director del Extensión, Docencia, Investigación y Asuntos Internacionales de Coaniquem, Orlando Flores, destacó la disminución de los casos.
«Hemos ido bajando la cantidad de quemaduras que se producen alrededor del período de Navidad, pero todavía nos queda esfuerzo por hacer. Tenemos un problema significativo en la noche del 31 de diciembre, se quemaron cuatro niños y tres niñas», señaló Flores.
En ese sentido, reiteraron su llamado a no comprar pirotecnia por los riesgos a los que se exponen sobretodo niños y niñas en el empleo de estos artefactos.
