El caso Bruma dio un giro doloroso este martes tras la confirmación del fin de las labores de búsqueda por parte de la Armada de Chile. La lancha pesquera artesanal, que desapareció la madrugada del 30 de marzo frente a las costas de Coronel, dejó a siete pescadores extraviados cuyos restos aún no han sido encontrados. La noticia golpeó con fuerza a las familias que, desde Talcahuano, esperaban una esperanza que ya no llegará.
Con más de dos semanas de búsqueda ininterrumpida, la Armada decidió dar por finalizados los rastreos en los puntos clave donde se presumía podría estar la lancha Bruma. Los trabajos no lograron dar con rastro alguno de los pescadores, y lo único hallado fueron restos metálicos a unos 350 metros de profundidad. Una evidencia que no solo confirma el naufragio, sino que también da cuenta del nivel de destrucción de la embarcación.
Lee también: Caso Bruma: Gobierno presenta querella tras naufragio de lancha
La noticia fue entregada directamente a los familiares de los tripulantes, muchos de los cuales permanecían en la Capitanía de Puerto de Talcahuano desde el día del siniestro.
La reacción fue de conmoción, llanto y frustración. Juan Medel, quien perdió a dos familiares en el accidente, expresó con dolor: “Nos vamos con el alma destrozada por no haber encontrado a ninguno de los hijos, nietos, y del resto de los tripulantes. El dolor es de todos por igual”.
«Nos vamos con el alma destrozada”
Medel y otros familiares insisten en que el responsable de la tragedia es el buque industrial Cobra, propiedad de la empresa Blumar. Según la versión que sostienen, el Cobra colisionó con el Bruma cuando este estaba fondeado, posiblemente porque navegaba con piloto automático y sin visibilidad adecuada. Esta hipótesis toma mucha más fuerza tras los peritajes al casco del Cobra, que arrojaron trazas de pintura y restos que podrían pertenecer a la lancha artesanal.
La vocera de las familias y dirigente bacaladera del Maule, Claudia Urrutia, respaldó esta versión y añadió: “Es tal el nivel de destrucción, que es como si una bomba hubiese desplazado las partículas del Bruma”. Urrutia explicó también que un sistema frontal que se aproxima fue otro factor determinante para suspender las tareas de búsqueda.
Este miércoles, en un gesto simbólico de despedida y exigencia de justicia, las familias y amigos de los pescadores realizarán una romería hacia el punto exacto donde se encontraba el Bruma al momento de la presunta colisión. Buscan que el caso no quede impune y que las autoridades respondan, incluida la esperada presencia del presidente Gabriel Boric.
Con el fin de las labores de rastreo, el caso Bruma entra en una nueva etapa: la judicial. Mientras la esperanza se apaga bajo el mar, en la superficie crece el clamor de las familias por respuestas, justicia y memoria para los pescadores que no regresaron.