El Primer Tribunal Ambiental confirmó la multa de 10 mil Unidades Tributarias Anuales (UTA) impuesta a Minera Escondida por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) en 2022, tras constatar un daño ambiental irreparable en el acuífero Monturaqui-Negrillar-Tilopozo, ubicado en la comuna de San Pedro de Atacama.
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La multa, equivalente a más de 8.000 millones de pesos, responde al incumplimiento de las medidas establecidas en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de 1997.
El fallo, dividido y con el voto disidente del ministro suplente Alamiro Alfaro, desestimó el reclamo interpuesto por la compañía minera, operada por BHP Billiton, y validó las competencias de la SMA, descartando cualquier arbitrariedad en su actuar.
DAÑO AMBIENTAL DE SIGLOS
El caso se originó en 2018, cuando la Dirección General de Aguas (DGA) denunció la disminución del nivel freático en el Sector de Tilopozo, atribuido a la extracción excesiva de agua.
Según el tribunal, la compañía no implementó correctamente las medidas de mitigación, lo que provocó una degradación progresiva de los ecosistemas protegidos.
Se estima que la recuperación del acuífero podría tomar varios siglos, mientras que la Comunidad Indígena Atacameña de Peine sufrió un daño irreparable en sus sistemas de vida y costumbres.
El impacto en las vegas de Tilopozo ha limitado las posibilidades de desarrollo turístico y económico de la comunidad durante décadas.
CONCILIACIÓN CON COMUNIDADES Y EMPRESAS
Paralelamente, el tribunal aprobó un acuerdo de conciliación entre el Consejo de Defensa del Estado (CDE), la Comunidad Atacameña de Peine y las empresas Minera Escondida (MEL), Albemarle (ALB) y Compañía Minera Zaldívar (CMZ).
Esta conciliación, que deriva de una demanda de reparación presentada en 2022, incluye:
- 14 medidas para la mitigación, restauración y compensación de los daños ambientales.
- Un compromiso de 47 millones de dólares para acciones de diagnóstico, gestión ambiental y recuperación de los sistemas vegetacionales afectados.
EVOLUCIÓN DEL USO HÍDRICO
Desde el inicio de sus operaciones en 1990, Minera Escondida utilizó agua proveniente de distintos campos de pozos.
Entre 1998 y 2019, su principal fuente de abastecimiento fue el acuífero Monturaqui-Negrillar-Tilopozo, con una capacidad de bombeo anual de 1.400 litros por segundo.
Actualmente, la compañía utiliza agua desalada proveniente de una planta ubicada en Coloso, en la comuna de Antofagasta, como parte de sus prácticas de sostenibilidad.
Primer Tribunal Ambiental rechaza reclamación de Minera Escondida y confirma histórica multa, superior a los $8 mil millones, por daño ambiental irreparable.
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