La Universidad de La Frontera (UFRO), en la región de La Araucanía, enfrenta una crisis financiera que ha llevado su déficit a 38 mil millones de pesos, una cifra que casi duplica las estimaciones iniciales de 18 mil millones.
Ante esta compleja situación, la casa de estudios ha anunciado un plan de ajuste presupuestario que incluye la desvinculación de más de 200 funcionarios.
CRISIS Y AUMENTO DEL DÉFICIT
El vicerrector de Administración y Finanzas de la UFRO, Sergio Salgado, confirmó que la universidad debe reducir gastos en personal por un total de 5 mil millones de pesos, concentrándose en recortes de contratos.
Este ajuste se formalizará el próximo 28 de noviembre, cuando se notifique a los trabajadores afectados, en lo que Salgado calificó como una medida «necesaria» para evitar consecuencias más graves, como una posible intervención de la Superintendencia de Educación Superior.
El déficit financiero, según explicó el vicerrector, se ha agravado debido a deudas bancarias e internas, incluyendo el uso del fondo de crédito universitario, lo que ha generado una creciente preocupación dentro de la comunidad estudiantil y laboral.
REACCIONES DENTRO DE LA UFRO
La decisión de desvincular a más de 200 personas ha generado tensión en la comunidad universitaria.
Una funcionaria, identificada como Paola por temor a represalias, atribuyó la crisis a una mala gestión administrativa del gobierno universitario.
Mientras tanto, los estudiantes han expresado su rechazo al plan de ajuste a través de manifestaciones y un paro indefinido que mantiene suspendidas varias actividades académicas.
FISCALIZACIÓN DE LA SUPERINTENDENCIA DE EDUCACIÓN SUPERIOR
El superintendente de Educación Superior, José Luis Salazar, visitó la UFRO este martes para sostener reuniones con las autoridades y anunciar que el organismo fiscalizará y acompañará la implementación del plan de ajuste financiero.
El encuentro se llevó a cabo en el Aula Magna de la universidad, en medio de las protestas estudiantiles.
La UFRO enfrenta un plazo de dos años para equilibrar su presupuesto y mejorar su matriz de ingresos. De no lograrlo, podría ser intervenida, una situación que pondría en riesgo la estabilidad de la institución y de sus trabajadores.