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Nayib Bukele intensifica su «guerra contra las pandillas» en plena campaña electoral

Agencias

Algunos expertos creen que la guerra de Bukele es una solución temporal que no abordará los problemas estructurales que impulsan la violencia en El Salvador.

Nayib Bukele intensifica su «guerra contra las pandillas» en plena campaña electoral. El presidente de El Salvador ha intensificado su polémica «guerra contra las pandillas» en plena campaña electoral.

Bukele hizo un llamado a los ciudadanos para respaldar su partido Nuevas Ideas en las legislativas, enfatizando que mantener la mayoría en el Congreso es crucial para no poner en «riesgo» la política de seguridad controvertida que implementa en el país.

El presidente argumentó que la pérdida de esa mayoría comprometería la capacidad de su gobierno para aprobar el régimen de excepción vigente desde hace casi dos años, elegir magistrados de la Corte Suprema de Justicia y mantener las herramientas que respaldan su estrategia de seguridad contra las maras. Actualmente, el partido oficialista cuenta con 56 de los 84 diputados, y la mayoría calificada se alcanzaría con 40 legisladores después de una reducción aprobada.

La popularidad de Bukele se basa en el combate a las pandillas

A pesar de la prohibición constitucional de la reelección presidencial, Bukele ha recibido el respaldo oficial para postularse por un segundo mandato. Su popularidad se atribuye en gran medida a la «guerra» contra las pandillas, que ha generado un cierto grado de calma en el país, según algunos ciudadanos.

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Sin embargo, la controvertida política de Bukele ha sido objeto de críticas tanto a nivel nacional como internacional. Se ha implementado un estado de excepción desde marzo de 2022, con despliegue masivo de fuerzas del orden, detenciones arbitrarias y persecuciones. Más de 60,000 presuntos miembros de pandillas han sido encarcelados, pero también se han liberado 7,000 inocentes, algunos después de pasar considerable tiempo en prisión. Organizaciones de derechos humanos denuncian violaciones generalizadas, incluyendo detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y malos tratos, así como cambios en instituciones democráticas.

A pesar de estas críticas, Bukele sigue presentando la lucha contra las pandillas como el pilar fundamental de su campaña, justificando medidas extremas para combatir la violencia y posicionándose como la única opción para devolver la calma al país.

¿Es la «guerra contra las pandillas» de Bukele una solución a largo plazo?

La «guerra contra las pandillas» de Bukele ha sido efectiva en reducir la violencia en El Salvador a corto plazo. Sin embargo, es importante considerar si esta estrategia es sostenible a largo plazo y si aborda las causas subyacentes de la violencia.

Algunos expertos creen que la guerra de Bukele es una solución temporal que no abordará los problemas estructurales que impulsan la violencia en El Salvador. Señalan que la estrategia se centra en la represión, en lugar de la prevención, y que está plagada de violaciones de derechos humanos.

Otros expertos creen que la guerra de Bukele es un paso necesario para restablecer el orden en El Salvador. Señalan que la violencia en el país era insostenible y que la estrategia de Bukele ha dado resultados.

Solo el tiempo dirá si la «guerra contra las pandillas» de Bukele es una solución a largo plazo. Sin embargo, es importante tener en cuenta los riesgos y las posibles consecuencias de esta estrategia antes de tomar una posición.

 

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