Complejas relaciones internacionales Por Abraham Santibáñez
En un clima de exacerbada sensibilidad por los delitos de connotación sexual, la actividad internacional del presidente Gabriel Boric ha quedado injustamente opacada.
El fin de semana estuvo en Perú y luego viajó a Brasil, participando en importantes foros internacionales.
En Lima sostuvo un encuentro bilateral con Xi Jingpin, el presidente chino. Allí también se reunió con la presidenta Dina Boluarte, una cita que era necesaria para mantener en buen pie los acuerdos entre nuestros dos países.
Lo mismo en Brasil.
Todo esto, sin embargo, perdió relevancia porque todavía hay revelaciones importantes en el caso del exsubsecretario Manuel Monsalve. Paralelamente, la visita a nuestro país del presidente vietnamita Luong Cuong quedó opacada por la denuncia por abusos (“tocaciones”) en contra del jefe de su equipo de seguridad.
Vale la pena detenerse en esta última situación.
Vietnam fue el escenario de una de las guerras más sangrientas de la segunda mitad del siglo XX. Integrante de la antigua Indochina francesa fue escenario de una lucha fratricida que derivó en el conflicto más grave de la guerra fría.
El resultado lo sabemos.
El país fue reunificado bajo un régimen de partido único, el partido comunista. Sin embargo, de manera paulatina, a pesar de su pasado, en la actualidad “Vietnam es considerado un aliado potencial de Estados Unidos, especialmente en el contexto geopolítico de las disputas territoriales en el mar de China Meridional y en la contención del ‘expansionismo chino’”, se planteó en 2022 en thediplomat.com, una publicación digital cuya base está en Virginia, EE.UU.
Esta es la segunda visita de un jefe de Estado, ya que en 2009 estuvo en nuestro país el entonces presidente Nguyen Minh Triet.
Chile había establecido relaciones diplomáticas con Vietnam del Norte en 1971.
En esta visita se firmaron cuatro acuerdos bilaterales en materia agrícola, defensa, cultura y promoción de exportaciones.
El presidente Boric destacó que “hace una década entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Vietnam, y con ello, la nación se convirtió en el principal socio comercial de Chile en el Sudeste Asiático”.
La profundización de estos acuerdos es, sin duda, una buena noticia.
La mala es que en Vietnam no hay separación de poderes y, en consecuencia, no es un régimen democrático. El resultado, que no se puede minimizar, incluye una dura represión de las libertades, incluyendo la de prensa.
Un caso: el 7 de octubre de 2020, un bloguero de derechos humanos y activista reconocido, Phạm Đoan Trang, fue detenido por funcionarios del Ministerio de Seguridad Pública de Ciudad Ho Chi Minh por fabricar, almacenar, distribuir información, material, artículos con el fin de oponerse al Estado.
El 26 de octubre de 2021, 28 organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, pidieron su libertad inmediata e incondicional. En diciembre de 2021, fue condenada por un tribunal de Hanói por acusaciones ficticias de realizar propaganda contra el Estado y recibió una pena de nueve años de prisión.
Pese a todos los esfuerzos internacionales, sigue encarcelado.
La última gestión la hizo Amnistía Internacional que pidió la liberación inmediata de Trang y de todos los defensores de los derechos humanos detenidos arbitrariamente en Vietnam, incluidos la activista Nguyen Thuy Hanh, el periodista Le Van Dung y los defensores de los derechos sobre la tierra Can Theu, Trinh Ba Tu, Trinh Ba Phuong y Nguyenthitam.
No se supo de ninguna reacción al respecto en nuestro país durante la gira presidencial. No basta, creemos, con los frutos económicos por positivos que sean.
Abraham Santibáñez
Premio Nacional de Periodismo 2015
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