Con la proclamación de Evelyn Matthei como candidata presidencial de RN termina una incómoda etapa en la que aún no tenía una nominación oficial que le permite hoy hablar en propiedad a nombre de un partido al que le seguirán otros.
Esta era la ocasión en que la flamante abanderada podía definir las grandes líneas con las que abordaría el despliegue de la candidatura y lo hizo. Lo que propuso fue tres aspectos centrales del inicio de su campaña: la seguridad como eje programático, la administración eficiente y honesta del Estado y la necesidad de ordenar la casa, lo que requerirá afrontar muchas limitaciones.
En palabras de Matthei, se trata de “devolver la tranquilidad a los chilenos”, anunciar que se implementará “un gasto fiscal honesto” y que habrá que “cortar muchos gastos para enfrentar las urgencias de Chile”.
Lea también: Gobierno bate el récord de tropiezo en la misma piedra
Demás estará decir que dio por cerrada su exhibición pública de dudas sobre la reforma previsional, un mal paso al que no quiso darle continuidad. Respaldó a los negociadores y criticó indirectamente al actuar de republicanos en el asunto.
Los pasos dados muestran el diagnóstico estratégico que realiza Matthei y su equipo cercano sobre el enfoque que hay que darle a la campaña. El caso es que no se va a entrar en una competencia por quién promete más, puesto que se considera que el tiempo de ofertas programáticas infladas no tiene credibilidad ni convoca a ningún auditorio.
La propuesta es la de ofrecer tranquilidad social sobre la base de honestidad pública. No cabe duda de que se quiere jugar al contraste y que los últimos episodios oficialistas han convencido a la derecha de que una parte importante de su despliegue va a consistir en aprovechar los errores ajenos.
Como RN ha sido y seguirá siendo protagonista en la obtención de acuerdos, la candidata, olvidándose de su alerta sobre las “consecuencias indeseadas”, giró a tiempo alabando en esta negociación el “coraje” y la muestra de “amor por nuestro país y nuestra gente” que ello implica. Todo esto marcando las diferencias con quienes denuncian “desde la galería los acuerdos en los que no se ha conseguido exactamente lo que se quiere”.
Esto último quiere decir que ya se ha aceptado el escenario de competencia directa con republicanos. En esto ha influido más el alza de Johannes Kaiser en las encuestas que una particular muestra de determinación política.
La pega fue hecha completa, lo que quiere decir que quienes esperaban una primaria con candidatura propia de RN y no con Evelyn Matthei, no obtuvieron lo que querían. Pero, fueron representados por ex presidentes del partido que canalizaron su frustración, aunque sin cuestionar para nada la decisión partidaria ampliamente mayoritaria. El frente interno fue cuidado, lo que es un buen gesto.
Hay que dejar constancia que lo resuelto por RN es no llevar candidato propio a las primarias, sin descartar este mecanismo para definir candidato de la coalición. Metódicamente, la etapa inaugural de la campaña se está cerrando.
Matthei da inicio a su postulación con un mensaje que evita los ideologismos de su sector y emplea un lenguaje moderado y ciudadano. Esa es la apuesta.
