Todo partió de una investigación coordinada con el Ministerio Público que duró un año. ¿El resultado? Detectives de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI Valdivia identificaron y desbarataron una fábrica de armamento que funcionaba en el sector rural de Liquiñe, en la comuna de Panguipulli.
En el lugar incautaron armamento de fuego, municiones y elementos para la fabricación de pistolas y escopetas, además de maquinaria de tornería para la fabricación.
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El encargado de dar a conocer el operativo fue el director general de la Policía de Investigaciones de Chile, Eduardo Cerna Lozano, en compañía del fiscal nacional, Ángel Valencia Vásquez; la fiscal regional, Tatiana Esquivel López, y el delegado presidencial en Los Ríos, Jorge Alvial Pantoja.
PROCESO INDUSTRIALIZADO
Cerna destacó el trabajo mancomunado entre el ministerio público y la PDI en la investigación.
Describió que «había un proceso industrializado de fabricación de partes y piezas de distintas armas de fuego» y destacó el hecho «de poner termino a esta producción, que es un riesgo permanente para toda la ciudadanía» y «buscar un poco de tranquilidad a esta localidad».
En tanto, Alejandro Alcázar, perito balístico del Laboratorio Criminalístico regional Puerto Montt, explicó que las piezas y partes encontradas «tenían distintos grados de elaboración» y que también «había elementos para fabricar escopetas hechizas».
«NO HAY ESPACIO PARA LA VIOLENCIA»
Por su parte, el fiscal nacional, Ángel Valencia, enfatizó que lo que hubo fue «un hallazgo de la mayor relevancia».
«Son armas que no tenían otro propósito que participar o favorecer la comisión de delitos violentos», expresó.
Asimismo, dijo que «si hemos venido hasta acá es porque vamos a seguir trabajando para dar un señal que en el norte, el centro y en el sur del país vamos a seguir trabajando juntos, tanto con la fiscalía como con la PDI, para devolverle la tranquilidad a los vecinos. No solo en zonas urbanas, sino también en zonas rurales».
«En Chile no hay espacio para la violencia, menos espacio aun para un hecho tan grave como una fábrica clandestina de armas», recaló el fiscal nacional.
Respecto de lo incautado, se trata de un arma completa de fabricación artesanal de 9 mm, 500 cartuchos de 9 mm, 31 armazones de arma de fuego artesanal, 68 cañones estriados de pistola calibre 9mm, 69 piezas metálicas de tipo empuñadura, una pistola 9mm con su cargador, equipos de comunicación radial de diseño militar, inhibidores de señal, visor nocturno, vestimenta táctica, suministros de supervivencia y primeros auxilios, equipos de GPS, entre otras piezas y componentes de armas de fuego, además de máquinas de tornería y fresadoras como parte de una línea de montaje para la fabricación de las armas.
