A días de la elección del 16 de noviembre, el factor Franco Parisi vuelve a tensionar el tablero político. Esta vez, no solo por su desempeño en las encuestas —que lo sitúan entre el 10% y el 11%—, sino por el impacto que su electorado podría tener en un eventual balotaje. Aunque la mayoría de los expertos coincide en que sus votantes se inclinarían hacia opciones de derecha, advierten un escenario menos lineal del que se presume: el voto parisista podría profundizar la fragmentación del sector y alterar las posibilidades de quienes buscan llegar a La Moneda.
Lea también ¿Habrá quórum? Hoy se vota en el Senado AC contra Ulloa
Los analistas plantean que el votante de Parisi no responde a fidelidades ideológicas, sino a un voto de rechazo al sistema político tradicional. Ese perfil —hombres de entre 30 y 50 años, sectores medios y medios bajos, con educación media o técnico-profesional incompleta— valora soluciones rápidas y desconfía de los partidos. Por eso, la disputa no sería solo quién los atrae, sino quién no los espanta.
En ese sentido, José Antonio Kast y Johannes Kaiser aparecen mejor posicionados. Según los expertos, ambos representan discursos más confrontacionales y de cambio drástico, elementos que conectan con la emocionalidad del votante parisista. Sin embargo, este escenario abre un flanco para Evelyn Matthei: ser percibida como parte de la elite política podría restarle atractivo frente a una base que exige ruptura, no continuidad.
Franco Parisi ha evitado respaldar públicamente a un candidato. En el debate de la Archi esquivó la pregunta sobre si su electorado elegiría entre “facho o comunacho”, pero sí confirmó que el Partido de la Gente replicará el mecanismo de 2021: una consulta interna para definir el apoyo en segunda vuelta. En esa ocasión, la militancia terminó apoyando a Kast.
La incógnita es si Parisi volverá a ordenar a su base o si esta vez el voto se dispersará entre Kast, Kaiser, la abstención o el voto nulo. Con un cuadro presidencial competitivo y tres candidaturas fuertes en la derecha, la capacidad de capturar esta masa electoral podría determinar quién disputará la segunda vuelta.
En menos de una semana, cuando se abran las urnas, no solo se sabrá si Parisi avanza: también se definirá quién logra quedarse con el electorado más impredecible del país.







