Ante el Senado, en el contexto de la acusación constitucional contra el ministro de la Corte Suprema Diego Simpértigue en la llamada trama bielorrusa, su abogado defensor, Juan Carlos Manríquez, cuestionó la actuación de la comisión revisora del libelo en la Cámara de Diputados.
El penalista recordó que los integrantes de la comisión -que presidió la diputada Maite Orsini- anularon la primera votación respecto a la procedencia de la acusación.
“Lo que cabía era que los honorables diputados inmediatamente manifestaran su inhabilidad”, afirmó Manríquez.
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Recqlcó, asimismo, que los diputados estaban tramitando una cuestión previa procedimental en un proceso constitucional que es una concatenación de actos lógico.
“Se rompió la continuidad lógica del proceso desde el minuto en que las mismas personas retrotraen, anulan y se vuelven a pronunciar», aseguró.
Por lo tanto, enfatizó, «están completamente inhabilitados, impedidos de actuar con imparcialidad, con justicia, con distancia y ponderación, porque su juicio ya estaba hecho y la prueba máxima es que no lo cambiaron”.
LA NO COMPARECENCIA DE LIZAMA
“¿Por qué el profesor Lizama (el abogado a cargo de la defensa de Simpértigue en esa instancia), mi apreciado y querido colega, no apareció o no podía aparecer en esa citación completamente irregular e indebida (la segunda votación) conforme a la Ley Orgánica del Congreso Nacional y el Reglamento de Tramitación?», preguntó el legista.
«Porque el Código de Ética Profesional le impide a los abogados realizar actos en perjuicio de su cliente», respondió.
«El señor Lizama no podía comparecer a un acto nulo, viciado”, recalcó Manríquez, quien, además, interpeló directamente a los senadores: “¿Están dispuestos ustedes a votar y aprobar una acusación constitucional así de viciosa y viciada?”.
