La posibilidad de fusión entre Amarillos y Demócratas sigue ganando espacio, esto después que el exdiputado Gutenberg Martínez, reviviera la propuesta.
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Martínez sugirió en El Mercurio que esta fusión debería llevarse a cabo «con urgencia» para las próximas elecciones, con el objetivo de crear «un centro político plural».
OPINIONES ENCONTRADAS
La propuesta ha generado una división de opiniones dentro de Amarillos, como admiten fuentes cercanas al partido. Sin embargo, se reconoce que el apoyo a la fusión ha crecido tras los resultados de las elecciones municipales, donde Amarillos obtuvo solo un 1,2% de los votos para concejales, en comparación con el 3,2% de Demócratas. Este resultado ha incrementado la preocupación sobre la capacidad de Amarillos para cumplir con los requisitos legales de representación en el Congreso para 2025, especialmente si se aprueba la reforma al sistema político. El exministro Isidro Solís, reconocido por su trayectoria en el partido, resalta que existe un debate abierto entre los militantes sobre si es el momento adecuado para iniciar un proceso de fusión.
Martínez ha impulsado esta discusión, interpretan algunos de sus compañeros, por otra razón política: su oposición a que Amarillos participe en primarias con la derecha, algo que Rincón podría considerar. Para mantener esta postura, se requiere la consolidación de un centro político fuerte. El exministro Jorge Burgos y el subsecretario de regiones, Eduardo Jara, también respaldan la idea de una fusión, enfatizando la necesidad de actuar rápidamente para establecer una primarias presidenciales de centro que les permita competir eficazmente contra la izquierda y la derecha.
DIFERENCIAS INTERNAS
A pesar del creciente apoyo, hay voces dentro del partido que se muestran escépticas. Miembros del ala socialdemócrata y democratacristiana creen que aún hay viabilidad en el proyecto de Amarillos y que es posible alcanzar al menos cuatro escaños en noviembre, concentrándose en candidatos específicos. Solís argumenta que las decisiones deben basarse en un análisis pragmático de la capacidad de sobrevivir como partido independiente, aunque reconoce que eventualmente podría ser necesaria una fusión.
El grupo de exDC liderado por Mariana Aylwin es más escéptico respecto a la fusión, abogando por una alianza más amplia con Chile Vamos. Según la exembajadora Iris Boeninger, cualquier colaboración debe tener como objetivo el futuro de Chile, no simplemente evitar los efectos de la reforma política.
PROCESO DECISORIO
Ante la diversidad de opiniones, Solís subraya que cualquier decisión sobre la fusión debe contar con un respaldo significativo de los militantes, proponiendo un consenso del 80%. Jara indica que el tema será discutido en la comisión política en los próximos días y que se espera un Encuentro Nacional a finales de enero.
Desde el lado de Demócratas, el interés por la posible fusión es palpable. Sin embargo, se aclara que no se trataría de una absorción. El vicepresidente Jorge Tarud expresó que, aunque Demócratas ha tenido buenos resultados, están abiertos a unir fuerzas con Amarillos, reconociendo su importancia en el proceso.
Las conversaciones preliminares entre las directivas de ambos partidos ya han comenzado, evidenciando coincidencias que podrían facilitar la fusión para las parlamentarias. A medida que la fecha de las elecciones se acerca, la presión para tomar decisiones sobre la estructura del centro político en Chile se intensifica. Matías Walker concluyó que la convergencia de ambos partidos podría ser beneficiosa para enfrentar los desafíos electorales venideros, enfatizando la importancia del aporte intelectual de Amarillos en este contexto.
