“Amarres” en sector público: ministro Elizalde llama a evitar tensiones y al diálogo, desmitificando que se trata de amarrar a funcionarios de confianza.
El ministro del Interior Álvaro Elizalde (PS), criticó las tensiones políticas en torno a la discusión de las normas que apuntan a regular el ingreso y mantención de cargos en el empleo público, conocidas por algunos como posibles “amarres” para favorecer redes de confianza.
En declaraciones a la prensa, Elizalde advirtió que la discusión debe conducirse con prudencia y responsabilidad para evitar mayores divisiones y conflictos dentro de la coalición oficialista y con la oposición.
“No es momento de alimentar tensiones”
El ministro sostuvo que el debate en torno a la llamada “ley de amarre” —normas que modificarían requisitos como la duración mínima para acceder a la estabilidad laboral en la administración pública— debe abordarse desde el diálogo y el respeto institucional.
“La política y el debate legislativo no deben transformarse en una plataforma para tensar aún más las relaciones entre sectores que hoy tienen responsabilidades de Estado”, afirmó Elizalde.
El ministro enfatizó que las discrepancias sobre estos temas “no se resuelven con descalificaciones ni con acusaciones automáticas”, y llamó a sus colegas a privilegiar “el entendimiento y las soluciones duraderas”.
Contexto del debate: confianza legítima y empleo público
El comentario de Elizalde se produce en medio de un intenso debate legislativo sobre normas que podrían consolidar la llamada confianza legítima en la administración pública.
Esa propuesta incluye la posibilidad de que funcionarios con ciertos años de servicio a contrata puedan acceder a estabilidad o a medidas cautelares ante despidos. Sectores de la oposición han calificado esta iniciativa como una “ley de amarre” al considerar que podría blindar puestos de trabajo o generar favores políticos.
Por su parte, algunos parlamentarios oficialistas sostienen que la norma busca dar certeza y estabilidad laboral a trabajadores de carrera y evitar arbitrariedades en la administración pública.
Llamado a diálogo y unidad
Elizalde afirmó que, pese a las diferencias, el oficialismo debe coordinar posiciones claras y evitar que el tema derive en enfrentamientos estériles con la oposición o tensiones internas.
“No se trata de negar la discusión, sino de encauzarla en términos que fortalezcan las instituciones y no que generen más polarización”, señaló el senador.
Lo que viene
La discusión de estas normas continuará en la agenda legislativa, con posibles propuestas de modificaciones al Estatuto Administrativo y revisiones en particular en comisión y sala.
El llamado de Elizalde a evitar tensiones políticas ocurre en paralelo con otros actores del oficialismo que buscan equilibrar la defensa de derechos laborales con la necesidad de mantener estabilidad institucional y evitar el uso de herramientas como acusaciones constitucionales por temas de políticas públicas.
