En la sesión de hoy en la Cámara de Diputados, al menos trece legisladores no estuvieron presentes, excluyendo a quienes están desaforados. Aunque algunos, como el presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN), estaban fuera del país, otros podrían haber llegado a tiempo. Sin embargo, la elevada cantidad de ausencias, sumada a la cercanía de las Fiestas Patrias y el inicio de la campaña electoral, generó incertidumbre sobre la viabilidad de votar importantes reformas electorales en la jornada de hoy.
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La ministra de la Secretaría General de la Presidencia, Macarena Lobos (indep.), junto con la oposición, decidieron postergar la votación, considerando que el alto ausentismo podría poner en riesgo la aprobación de proyectos que requieren un quórum alto. La opción más probable es que se realice una sesión el 29 de septiembre, en la que se discutirá la obligatoriedad del voto y la reforma que facilitará el sufragio de los inmigrantes en elecciones futuras.
El diputado y presidente de la Cámara, José Miguel Castro, explicó que han conversado con el gobierno, especialmente con el Ministerio de la Segpres, y que todos están coordinando esfuerzos para que la mayor cantidad de parlamentarios participe en la próxima sesión. «Nosotros, como oposición, estamos alineados y listos para aprobar ambos proyectos», afirmó.
MULTA POR NO VOTAR
Una de las principales dificultades radicaba en la propuesta de aplicar una multa a los ciudadanos que no acudan a votar, iniciativa impulsada por la diputada Joanna Pérez (Demócratas). Aunque esta sanción no alcanzará a implementarse en las elecciones del 16 de noviembre, la multa sí podría aplicarse este año, tras un acuerdo en el Senado para reducir su rango de monto, que inicialmente era de hasta 206 mil pesos.
El problema es que en la Cámara Baja, la situación es más delicada. La misma bancada de Castro, que ha liderado las negociaciones, teme que no logren cerrar filas en torno a estos proyectos. La mayoría de los votos necesarios para aprobar la multa, que requiere al menos 77 apoyos, es frágil y cualquier ausencia podría retrasar su ratificación.
A FAVOR Y EN CONTRA
Actualmente, las bancadas de derecha suman 68 diputados (UDI, RN, Evópoli, Partido Republicano, Partido Social Cristiano y Partido Nacional Libertario), a los que se suman los 6 de Demócratas-Amarillos, alcanzando un total de 74. Además, algunos diputados oficialistas independientes y de otros sectores, como Pamela Jiles (PDG), podrían votar a favor, elevando la cifra a 80 votos, tres más de los necesarios.
A pesar de ello, la decisión de votar o no a favor de la multa podría variar, y si la bancada oficialista decide en bloque votar en contra, la aprobación se complicaría aún más. La falta de disciplina en la Cámara y las ausencias sorpresivas podrían poner en jaque un acuerdo que, al menos, cuenta con el respaldo del Presidente Boric.
En definitiva, la situación en el Congreso refleja las dificultades de avanzar en reformas electorales en un escenario marcado por ausencias, negociaciones tensas y un calendario electoral que no permite demoras. La próxima semana será decisiva para definir si estas iniciativas logran salir adelante o se quedan en el camino.