Lo haya querido o no, la vida de Belisario Velasco estuvo siempre atada a los momentos más importantes de la historia de la época en la que le tocó vivir.
Fueron 87 los años que vivió y que lo vieron como hombre clave en la transición a la democracia, recordado como parte del «Grupo de los 13» de la falange que firmó una carta condenando el Golpe de Estado de 1973 y como un decidido defensor de los derechos humanos y la libertad de expresión.
Fue el primer funcionario en entrar a La Moneda para marcar el regreso a la democracia después de los 17 años de dictadura. Era 9 de marzo 1990 y dos días después haría su entrada al palacio de Gobierno el Presidente Patricio Aylwin. Debía estar todo listo para enfrentar lo que, a todas luces, podía ser un cambio de inquilino sutilmente hostil.
En 1989 había sido jefe de campaña en regiones de la candidatura del presidente electo. El año anterior había tenido un rol preponderante en la campaña del No para el plebiscito, ese que permitió que Augusto Pinochet no siguiera gobernando.
Su rol contra la dictadura fue claro desde el principio.
Si bien fue opositor al gobierno de Salvador Allende, dos días después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 encabezado por Augusto Pinochet, Velasco, junto a otros doce democratacristianos liderados por Bernardo Leighton (que luego serían reconocidos como el Grupo de los Trece) y contraviniendo la postura de la DC, firmó una dura declaración pública de rechazo al derrocamiento.
Luego, entre 1973 y 1976 fue director gerente de radio Balmaceda, único medio que en ese Chile hacía oposición, hablaba de DD. HH. y de la situación económica que aquejaba al país y a los trabajadores.
Frente a esos dos hechos “la venganza de la dictadura fue brutal; la persecución y la perdida de sus trabajos fueron acompañadas por las relegaciones y el silenciamiento. Nada de eso lo detuvo, vivió sus exilios internos con dignidad y se transformó en un ejemplo y, cuando pudo, volvió a trabajar para salvar vidas; fue parte activa de las redes clandestinas formadas para esconder a los perseguidos políticos y asilarlos en las embajadas que abrieron sus puertas para rescates humanitarios”, relató Isidro Solís, abogado y exministro de Justicia del primer Gobierno de Michelle Bachelet, en una reseña en el diario español El País a propósito de la muerte de Velasco.
Asimismo, “colaboró y participó en todas las actividades que pudo para derrotar a la dictadura y recuperar la democracia; apoyar el desarrollo de la prensa libre, colaborar con el movimiento de defensa de los derechos humanos, ayudar a la reconstrucción de los partidos políticos, participar en la formación de nuevos líderes y organizaciones sociales. En cada frente destacó y se hizo respetado”, relató.
En esa época también fue presidente del directorio de la revista Análisis entre 1980 y 1986, y secretario general de la DC.
Ya en democracia, fue subsecretario del Interior durante nueve años (en los gobiernos de los presidentes Patricio Alywin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle). En más de 70 oportunidades ejerció como ministro subrogante de esa cartera y, en algunas, como ministro de Defensa, ministro secretario general de la Presidencia y del Gobierno, encabezando cuatro ministerios en dos oportunidades.
Luego fue embajador en Portugal (1999-2003), y participó en comisiones de estudio para el Tratado de Libre Comercio de Chile con la Unión Europea en Bruselas, Madrid y Lisboa.
Durante el primer gobierno de Michelle Bachelet fue presidente del Consejo Nacional de Televisión y, a los pocos meses, se transformó en ministro del Interior.
Según se supo más tarde, fue el único ministro que advirtió a la presidenta Bachelet de que no partiera con el Transantiago. Pero la mandataria no le hizo caso y, tras diversas discrepancias, el 3 de enero de 2008 Belisario Velasco presentó su renuncia indeclinable.
De a poco se fue alejando de la contingencia política, aunque nunca abandonó su militancia en la Democracia Cristiana.
Una de sus últimas apariciones se dio en el marco del Plebiscito de salida del año pasado, liderando un conjunto amplio de militantes de la DC por la opción del Rechazo a la propuesta constitucional de la Convención.
Junto con los exmiembros del ‘Grupo de los 13′ de la DC Baldemar Carrasco y Jorge Donoso, firmaron una carta donde argumentaron que “el texto aprobado por la Convención Constituyente, si bien consagra derechos sociales y se aboca a algunas de las preocupaciones principales de la ciudadanía, lo que compartimos decididamente, contiene artículos que atentan gravemente contra aquellos valores y principios que siempre hemos defendido”, como el nuevo sistema político, la ausencia de la iniciativa exclusiva presidencial para impulsar proyectos, la falta de contrapeso en el Poder Legislativo y, además, los dos sistemas de justicia.
Belisario Velasco pasó sus últimos años en su casa de Cachagua.
Fue allá que falleció anoche, alrededor de las 21:30 hrs, acompañado de su esposa, hijos y familia más cercana.
DUELO NACIONAL
El Gobierno declaró duelo nacional de dos días en honor a Belisario Velasco, este sábado 26 y domingo 27 de agosto, de acuerdo con el decreto que ya fue publicado en la edición vespertina del Diario Oficial.
El documento recuerda que Velasco «ejerció con especial responsabilidad, eficiencia, brillo y dedicación los cargos de subsecretario del Interior en los gobiernos de los Presidentes Patricio Aylwin Azócar y Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ministro del Interior en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet Jeria y, en diversas oportunidades, la Vicepresidencia de la República», y también «cumplió tareas como embajador en Portugal y presidente del Consejo Nacional de Televisión».
«En particular, don Luis Antonio Belisario Velasco Baraona hizo un aporte fundamental durante el período de la transición, contribuyendo decisivamente a fortalecer el orden y la paz social que se requerían para un buen gobierno de la República al retornar el país a la democracia», destaca.
Por ello, para honrar «a tan destacado servidor público», la bandera nacional se izará a media asta en las sedes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en oficinas y reparticiones públicas, unidades de las Fuerzas Armadas, de Carabineros y la Policía de Investigaciones de Chile; y se suspenderán los actos de Gobierno que revistan el carácter de festejo.
El decreto también faculta a particulares para hacer lo mismo con el pabellón patrio en todos los edificios, residencias o establecimientos de carácter privado.




