Boric desde Punta Arenas: «Hemos construido una democracia sólida». Desde su natal ciudad, en lo que será su última votación como Presidente en ejercicio, Gabriel Boric ensayó un mensaje de cierre de ciclo. Uno que busca instalar legado, continuidad institucional y proyección futura.
El Mandatario arribó este viernes a la Región de Magallanes para participar del balotaje presidencial de este domingo, que enfrentará a Jeannette Jara y José Antonio Kast. No tiene actividades oficiales agendadas. Dijo que su deber es “esperar las votaciones” y resguardar el rol institucional del Ejecutivo.
“Desde el Estado nos toca cumplir un rol institucional y así va a ser, valorando la democracia que hemos construido y cuidándola”, señaló Boric tras descender del avión, marcando distancia formal del debate electoral que protagonizan sus eventuales sucesores.
Un cierre desde el extremo sur
No es casual el escenario. Boric vuelve a Magallanes, su territorio de origen político y simbólico, para despedirse del poder desde el lugar donde comenzó su carrera pública. A sus 39 años, se convierte en el Presidente más joven de la historia de Chile en dejar La Moneda, con un mandato que dividió aguas, pero que mantuvo un núcleo duro de respaldo cercano al 30 % durante todo su período.
Un gobierno cuestionado por falta de experiencia, errores de gestión y cambios de rumbo, pero que sobrevivió sin quiebres institucionales, sin crisis de gobernabilidad terminal y con elecciones funcionando sin sobresaltos.
Democracia, clima y mensaje implícito
Consultado por las intensas rachas de viento que se esperan en la región —hasta 80 kilómetros por hora— el Presidente recurrió a una metáfora política.
“La ciudadanía chilena está acostumbrada a las inclemencias de la naturaleza y aun así hemos construido una democracia robusta, sólida”, afirmó. El mensaje no pasó inadvertido: resistencia, institucionalidad y continuidad, incluso en contextos adversos.
Boric insistió en el llamado a votar. “En el voto es donde nos reconocemos como iguales y nos hacemos parte de un destino común”, dijo, reforzando uno de los ejes discursivos que ha sostenido desde el inicio de su mandato.
Un adiós que no cierra la puerta
Aunque no lo dijo explícitamente, el tono fue el de una despedida con proyección. En el oficialismo, y también entre sus detractores, existe una convicción compartida: Gabriel Boric no abandona la política. Solo cambia de posición.
Desde Magallanes, sin agenda y sin protagonismo electoral directo, el Presidente comenzó a escribir el último capítulo de su gobierno. Uno que busca quedar inscrito más en la estabilidad democrática que en los resultados económicos o de seguridad.
El domingo vota. El lunes comienza, para él, otra etapa.
Te puede interesar:
