Gabriel Boric volvió a hablarle al corazón del progresismo este jueves, desde la misma casa que fue clandestina en dictadura y hoy acoge la memoria política de un partido fundacional. El presidente participó en el acto conmemorativo por los 50 años del secuestro y desaparición de la directiva del Partido Socialista en 1975, y desde ahí lanzó un mensaje cargado de simbolismo y dirección estratégica: unidad, autocrítica y responsabilidad histórica.
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El homenaje, realizado en la sede del PS en París #873, reunió a militantes, autoridades de gobierno y figuras políticas cercanas. Entre ellos, ministros como Álvaro Elizalde y Carlos Montes, la candidata presidencial Jeannette Jara, el jefe de gabinete presidencial, Carlos Durán, y otros asesores de La Moneda.
En su intervención, Boric no solo rindió tributo a las víctimas de la represión, sino que también aprovechó el contexto para reforzar una idea que ha repetido en las últimas semanas: la necesidad de presentar una lista única parlamentaria para las próximas elecciones.
“El mejor homenaje a quienes lucharon en tiempos oscuros no es solo la memoria, sino también el compromiso con un futuro común. Podemos caminar a distinto ritmo, pero el destino debe ser el mismo”, señaló el Presidente.
UNIDAD MÁS ALLÁ DE LOS PACTOS
Boric fue enfático en que una lista única no es garantía automática de unidad. “La unidad real es política, no solo electoral. Tiene que ver con reconocer principios comunes, como la justicia social, el respeto a los derechos humanos y la defensa de la democracia”, expresó.
El Presidente también se dio espacio para valorar los avances que su gobierno ha logrado en materia de memoria y justicia, mencionando la expropiación de Colonia Dignidad y el fin de Punta Peuco como recinto especial para condenados por violaciones a los derechos humanos.
En un guiño a la historia reciente, destacó también las políticas públicas impulsadas por Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, recordando que su administración “se para sobre lo que construyeron ellos y toda esa generación”.
DESAFÍO ELECTORAL
Aunque reconoció logros, Boric no esquivó la autocrítica. “El próximo gobierno tiene que ser mejor que el nuestro. Y eso parte con un diagnóstico honesto, con disposición a identificar errores y corregir el rumbo”, dijo ante los presentes, entre ellos dirigentes socialistas y miembros del comité político.
En tono reflexivo, agregó: “No basta con hablarle solo a los convencidos. Tenemos que volver a convocar a quienes se alejaron, a quienes ya no creen. Y para eso, la unidad debe dejar de ser solo una consigna”.
Finalmente, cerró con un mensaje que apuntó al alma de su sector:
“No pido defensa irrestricta del gobierno, pero sí pido que quienes nos sucedan lo hagan mejor. Esa es la vara que debemos dejar”.