El Presidente Gabriel Boric respondió a las críticas que recibió por mencionar distintos clásicos del animé durante un discurso que dio en un encuentro empresarial sobre Comercio e Inversiones en Chile que se realizó en Japón en el contexto de su gira por ese país y China.
«Ya de vuelta a Chile, después de una exitosa gira a Japón y China, me entero de la polémica que algunos trataron de armar por mi mención a algunos referentes del animé de cuando era niño», escribió el mandatario en su cuenta de X (exTwitter).
En el posteo compartió una imagen de un postre con forma de Pikachu que recibió durante una de las reuniones con autoridades japonesas.
«Solo como muestra, este fue el postre que se sirvió en la reunión del pasado domingo que tuvimos con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba. Y es que los japoneses están profundamente orgullosos de cómo el anime ha sido uno de sus embajadores en el mundo. ¡Y eso que no mencioné Shingeki!», ironizó.
Gabriel Boric afirmó: «La ignorancia puede ser muy atrevida» y agregó que la próxima vez le preguntará directamente a Togashi cuándo lanzará el final de Hunter x Hunter.
LO QUE DIJO BORIC
Durante su discurso en el encuentro empresarial el Presidente Gabriel Boric reflexionó sobre el impacto cultural que ha tenido Japón en el mundo a raíz de sus escritores, pintores y el animé.
«La cultura japonesa es de las pocas culturas, me atrevería decir, que ha logrado disputar el espacio de la hegemonía estadounidense en el mundo», comenzó destacando el Mandatario Nacional.
«Yo soy de un lugar muy chico, en el sur del sur, en la región de Magallanes, cerca de la Antártica chilena. Pero cuando iba al colegio, me crié viendo Capitán Tsubasa (Los Supercampeones), siguiendo a Akira Toriyama con Dragon Ball, no podía perderme un capítulo de Los Caballeros del Zodiaco y jugaba con los disquete de Pokemon Yellow», recordó.
«Imagínense cuán lejos ha llegado esa parte de la cultura japonesa», reflexionó.
En redes sociales, acusaron a Boric de “frivolizar” una gira diplomática con referencias personales al animé, mientras que otros detractores atacaron directamente al propio animé, le bajaron el perfil y afirmaron que había temas más “importantes” para destacar de la cultura japonesa.