Caso Chadwick: La derecha sufre por separado. Actuando en conjunto, sufriendo por separado Por Víctor Maldonado R.
La derecha ha tenido que entrar a la etapa fuerte de la campaña municipal sin haber podido cerrar las dificultades en el frente interno. Su atención está quedando dividida en labores de contención de conflictos y la campaña misma.
Esto produce una cierta incomodidad que se nota en todas las entrevistas que los personeros de oposición han dado en el Parlamento. El inicio de las acusaciones constitucionales deja en evidencia que la oposición no las termina de mirar desde fuera y eso es algo que siempre deben estar aclarando.
Todos saben que en el caso Hermosilla se pueden encontrar sorpresas y, dentro de las sorpresas, con algún amigo, pero los demás sectores políticos entran con bastante soltura a esta etapa. Sergio Muñoz coincide con la posición de centroizquierda y tiene prestigio entre sus filas, pero de allí no se pasa.
Para la derecha es distinto por la presencia de Andrés Chadwick en la trastienda de la crisis. Es debido a él que su sector político ha quedado a la defensiva y que, cuando acusa a otros, no deja de dar explicaciones sin poder escapar.
La situación no es la misma para todos los partidos de Chile Vamos. Chadwick es un integrante del núcleo duro de la UDI y nadie puede alejarse de su propio centro. Vivanco fue militante de RN y candidata a diputada, pero hacer la separación es posible porque depende de una decisión política que ya se tomó.
En la centroderecha no han podido reaccionar porque están acostumbrados a asociar algunas personas a una época de oro, donde tuvieron el poder. No imaginan cómo hacer la separación y siguen guiándose por los méritos del pasado en vez de exigir que se asuman las responsabilidades del presente.
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Los partidos de oposición saben que son los grandes perdedores en esta etapa. Si hubiese acusaciones que pudieran provocar contagio, nos encontraríamos ante el primer caso comprobado. Puede que se aprueben imputaciones cruzadas, pero el silencio de Chadwick los dejó sin defensa y acumulando costos.
La derecha está actuando en conjunto, pero sufriendo por separado. Es una situación donde hay acusados e implicados, los partidos pequeños miran desde la galería, RN es golpeada en un costado y la UDI recibe el impacto de lleno.
No hay manera de salir bien, pero hay manera de salir más o menos dignamente. El modo como cada cual se está comportando explica muy bien por qué es que el punto neurálgico de la derecha se está trasladando a RN.
El gremialismo tiene un competidor especializado en debilitarlo desde fuera, que es republicanos, y asume la pérdida de cohesión interna por el comportamiento de Chadwick. Así, no hay manera de mantenerse en la conducción opositora.
Como la derecha solo puede tomar una distancia relativa del tema, únicamente puede esperar algo bueno del término de este episodio, mucho más que de tratar de prorratear culpas.
La situación institucional es dramática: el Poder Judicial cuestionado en su cúspide y lento en sus respuestas; el Parlamento enfrentando la crisis, pero sin prestigio suficiente para terminarla. En conjunto, parecen dos borrachos afirmándose por el camino para no caer. No se puede sacar ventajas de un colapso general. Solo un acuerdo amplio puede dar con la puerta de salida.