El Caso Monsalve causó un verdadero terremoto en la Policía de Investigaciones (PDI), luego que se revelara las maniobras ilegales que mandó a realizar el exsubsecretario previo a recibir la denuncia de violación en su contra.
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Enviando a detectives a revisar las cámaras de seguridad del hotel, Monsalve incurrió en graves faltas, provocando una feroz salida desde la PDI.
Se trata de Cristina Vilches, quien se desempeñaba como la Jefa Nacional de Inteligencia. Al comprobarse sus nexos con Monsalve, fue sacada de las filas institucionales siendo llamada a retiro absoluto.
EL CASO DE CRISTINA VILCHES
Esta semana el Fiscal Jefe Centro Norte, Xavier Armendáriz -quien lleva adelante la indagatoria en contra del exsubsecretario del Interior. Interrogó por segunda vez a la exjefa de Inteligencia de la Policía de Investigaciones, Cristina Vilches. Fue citada nuevamente para profundizar detalles de su declaración inicial.
El fiscal, junto a su equipo, ha seguido reconstruyendo lo que fueron los días claves del caso. Pero según fuentes de la indagatoria consultadas por La Segunda, el Ministerio Público también se ha enfocado en tener certezas de cuánta información se manejaba en La Moneda y quiénes estaban al tanto.
En el caso de la exdetective de la PDI, una de las teorías que se explora es que Vilches actuaba por requerimiento de una autoridad (Monsalve). Incluso en línea directa con el Presidente, quien partió mintiendo sobre los motivos de su petición: que temía ser víctima de una venganza o de una extorsión.
Nada de lo que ocurrió esa noche del 22 de septiembre fue mencionado por el exdiputado a los detectives de Inteligencia y al equipo de la BIPE que recopiló los videos y visitó a la víctima para saber si estaba “viva”, que es lo que esgrimió el médico socialista a los funcionarios policiales, luego que pasaran días que no se sabía nada de ella, tras haber tomado una licencia médica.
La exdetective Vilches no previó, pese a actuar en derecho, que su decisión tuvo impactos negativos en la imagen institucional.
A ese equipo, Monsalve tampoco le contó que, a esas alturas, la joven ya le había dicho a él que esa noche no había otorgado consentimiento para ningún acto de connotación sexual, según publicó Ciper.
Días antes, el 2 de octubre, lo había relatado a un grupo acotado de compañeros de trabajo, que la habían invitado a almorzar para celebrar un cumpleaños.
Al momento de pedírsele su renuncia, Vilches no estaba imputada de delitos ni bajo investigación administrativa.
QUÉ PASÓ EN LA PDI
El martes 15 de octubre, un día después de la denuncia a la fiscalía, el director de la PDI, Eduardo Cerna, fue informado de la indagatoria en contra de Monsalve por el subdirector de Investigación y Criminalística, Hugo Haeger. Quien a su vez habría sido alertado por el Jefe Nacional de Delitos Contra las Personas, el Prefecto Inspector Víctor Ruíz.
Cuando los detectives de la Brigada de Delitos Sexuales se comunicaron para avisar que ya habían concurrido detectives solicitando las imágenes de las cámaras de televisión del hotel y del restaurante peruano.
Ese día en la mañana, Cerna se reunió con el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, con quién habló sobre este tema. A las 16:00 horas, acudió a La Moneda para informar a la ministra Tohá y a las 18:00 horas regresó a la Fiscalía Nacional y tuvo una nueva reunión con Valencia, cita que fue confirmada por el Ministerio Público a La Segunda la semana pasada.
LOS ESCOLTAS DE MONSALVE
El domingo 22 de septiembre, el exdiputado llegó junto a su equipo de escoltas al Hotel Panamericano a las 06:00 de la mañana, tras viajar toda la noche desde Concepción donde visitó a su familia ese fin de semana.
Monsalve les dijo que quería descansar, que no se preocuparan porque no saldría del hotel.
A diferencia de lo que se ha dicho, los integrantes de su escolta no se fueron a sus casas: se quedaron de turno en La Moneda en la oficinas que tienen allí y le advirtieron al exsubsecretario que estaban disponibles para cualquier cosa que necesitara, pues estaban a dos cuadras del lugar. También dieron cuenta en La Moneda de eso cuando llegaron.
Por la tarde, como ya se conoce, Monsalve salió a cenar al restaurante Ají Seco Místico con una subalterna, bebió pisco sour, se trasladó en un taxi al hotel junto a la víctima e ingresaron. La joven salió a las 11:30 del día siguiente del lugar.
Monsalve se ausentó ese lunes 23 de la pauta donde tenía que explicar las 37 muertes en las Fiestas Patrias. “Se lo comunicó a un miembro de su equipo de comunicaciones, ignoro a quién. Luego lo conversamos con su jefa de comunicaciones y me explicó que no asistiría a los balances porque estaba con problemas de salud. Por lo tanto, se decidió entregarle todo el material a Eduardo Vergara”, explicó la excoordinadora legislativa de la subsecretaría, Ana Lya Uriarte, a La Segunda esta semana.
AÚN NO HAY CLARIDAD
Aún no existe claridad respecto a lo que ocurrió la noche del martes 15 de octubre, cuando se enteró Boric. Se sabe de una reunión y que luego de eso, Monsalve acudió al hotel, donde lo esperaba el fiscal Armendáriz, tras el llamado de Tohá.
No hay certeza, hasta ahora, si hubo otro contacto con Monsalve luego de la diligencia del fiscal, quien ya no tenía su teléfono móvil porque había sido incautado.
El argumento para justificar el hecho de no llamar a la escolta, de acuerdo a fuentes consultadas por este diario, fue debido a que la policía -como suele ocurrir en estos casos- no quería poner de sobreaviso al “imputado”.
La diligencia era importante porque necesitaban tomar muestras de saliva, por tanto, lo requerían físicamente en el hotel. No les bastaba con revisar la habitación y llevarse parte de su ropa y otras especies.