La campaña presidencial de Evelyn Matthei ha comenzado a consolidar no solo su base política, sino también su red de financiamiento. Uno de los gestos más significativos en esa dirección ocurrió el miércoles pasado, cuando la exprimera dama Cecilia Morel realizó una donación de $15 millones, transformándose en la mayor aportante individual, por un solo depósito, a la precandidata de la derecha ante el Servicio Electoral (Servel).
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El gesto no fue aislado. Aportaron también su hija, Magdalena Piñera, con $8 millones, y Pablo “Polo” Piñera, hermano del fallecido expresidente Sebastián Piñera, con $1 millón. Con estos montos, el círculo cercano del exmandatario ya ha contribuido con al menos $24 millones, igualando prácticamente los aportes realizados por Renovación Nacional (RN), que ha inyectado $24,5 millones en cuatro transferencias.
SEÑALES DE ALINEAMIENTO: PRESENCIA ACTIVA EN CAMPAÑA Y RESPALDO PÚBLICO
En paralelo al apoyo económico, la familia Piñera-Morel ha intensificado su presencia política en el comando de Matthei. Magdalena Piñera salió en defensa pública de la exalcaldesa en una entrevista radial, donde destacó la preparación de la candidata y la influencia positiva de excolaboradores de su padre. A su vez, Cecilia Morel participó junto a Matthei en un encuentro virtual con dirigentas de Chile Vamos, reforzando simbólicamente el respaldo del piñerismo a la campaña.
MATTHEI VALORA EL LEGADO TÉCNICO, PERO MARCA DISTANCIA DEL ESTILO PIÑERA
Aunque mantiene cercanía con el piñerismo, Evelyn Matthei ha delineado con claridad sus diferencias con el estilo de gestión del expresidente. “(Él) se metía en cada detalle, en cada ministerio. En cambio, yo soy muy de delegar”, señaló en marzo. Sin embargo, en una entrevista reciente con Revista Velvet, también reconoció el valor del equipo que acompañó a Sebastián Piñera: “Conocen muy bien al Estado, saben cómo hacer que las cosas pasen y rápido. Hay un sentimiento de equipo muy fuerte”.
Así, la campaña de Matthei se consolida como un espacio donde conviven autonomía política y herencia técnica, con una estrategia que busca capitalizar la experiencia del piñerismo sin quedar subordinada a su figura.