Conmutar penas de cárcel a violadores de niños golpea a Kast. La polémica nace cuando un diputado republicano propuso conmutar penas a enfermos terminales e incluso a abusadores de menores de edad y abre un nuevo flanco en plena campaña.
Un problema político se abrió este viernes para el candidato presidencial José Antonio Kast. Ello, luego de que un diputado de su propio partido —el Partido Republicano— sugiriera conmutar las penas de cárcel a reos de edad avanzada con enfermedades terminales, incluyendo a quienes cumplen condena por delitos sexuales contra menores. La propuesta generó rechazo transversal y obligó al candidato a intentar desmarcarse públicamente.
La idea, planteada en el marco del debate en torno a cuidados paliativos, indultos humanitarios y condiciones carcelarias, fue interpretada como un intento de suavizar o flexibilizar penas para condenados por delitos de alta gravedad, lo que rápidamente encendió las críticas. Parlamentarios de distintos sectores calificaron la propuesta como “inaceptable”, “incomprensible” y “éticamente improcedente”, especialmente considerando la sensibilidad social respecto a los abusos contra niños.
Un problema interno para Kast
La controversia golpea directamente al entorno del candidato republicano, quien enfrenta su tercera semana seguida marcada por tensiones internas y declaraciones polémicas de figuras de su coalición. En un escenario electoral que puede ser estrecho, cada señal de desorden o ambigüedad en temas de seguridad —el eje principal de su campaña— se transforma en un problema mayor.
Kast reaccionó señalando que “quienes han protegido a un abusador no están en nuestra coalición, están en el Gobierno”, intentando trasladar el foco hacia el oficialismo. Sin embargo, sus dichos no lograron desactivar la polémica, pues la crítica pública se centró en que la propuesta surgió desde su propio sector.
El impacto electoral
En la recta final hacia el balotaje, el tema toca una fibra altamente sensible para la ciudadanía: la protección de los menores y el cumplimiento estricto de las penas para agresores sexuales.
Analistas coinciden en que este episodio puede erosionar parte del mensaje de “orden y seguridad”, pilar narrativo de Kast, especialmente entre electores moderados o indecisos que buscan claridad en políticas criminales.
Además, la discusión se cruza con el debate sobre indultos humanitarios, cuidados paliativos y criterios de prisión para adultos mayores, temas que requieren matices, pero que políticamente son riesgosos cuando se mezclan con delitos sexuales contra menores.
Lo que viene
La presión crecerá para que Kast delimite con mayor claridad su postura y establezca si esta propuesta representa —o no— una línea válida dentro de su sector. La campaña oficialista, por su parte, ya prepara críticas enfatizando que este episodio demuestra “doble estándar” y contradicciones en el discurso republicano sobre seguridad.
Seguramente será interpelado en el Debate Anatel y, esta vez, no valdrán los «depende» o guardar silencio. Como en el fútbol, el partido termina solo con el pitazo final. Antes de eso, puede pasar todo.
El diputado Daniel Manouchehri disparó desde redes sociales: «Tener 70 años y diabetes sería suficiente para liberar a quien violó y asesinó a un niño? Increíble. Pero esa sí es la política del Partido Republicano, aunque lo nieguen.
Kast lo insinuó en el #DebateArchi2025. Lo ratificó el diputado José Carlos Meza. Y lo empujan con un proyecto de Ley, Boletín 17.370-17. Si este proyecto se aprueba, salen de la cárcel más de 700 criminales peligrosos. Entre ellos: 66 violadores de menores, 137 abusadores de niños, 139 homicidas, 145 secuestradores, 76 narcotraficantes, 28 condenados por torturas. (Datos oficiales por oficio.) Chile no puede permitirse este nivel de irresponsabilidad. Nosotros creemos que estos criminales deben secarse en la cárcel. Punto», remató.
