«A mí lo que me parece más insólito de todo esto es que hemos estado discutiendo estos últimos días sobre la frase de una filtración que es ilegal, sin conocer todavía cuáles son los antecedentes que el fiscal (Patricio) Cooper va a utilizar el día de su formalización, contra quiénes y respecto de qué delitos», dijo el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero.
En conversación con Radio Cooperativa el secretario de Estado volvió a poner paños fríos ante el caso ProCultura, luego de que el Frente Amplio insistiera en sus críticas hacia el Ministerio Público.
También desestimó las acusaciones de «espionaje político» en contra del Presidente Boric.
Lea también: Diputado Giordano advierte uso político de filtraciones judiciales
«Si hubiera espionaje, es altamente probable que yo no solo me hubiera querellado, sino que probablemente además hubiese tomado una decisión más drástica», aseguró.
«En el contexto de la investigación, el Presidente de la República en esto ha sido bien claro. El Presidente lo ha dicho él explícitamente: las instituciones tienen que funcionar, tienen que funcionar bien. Nosotros lo que hemos pedido es que ese funcionamiento se realice de acuerdo a la Constitución y la ley», agregó.
«HAY QUE TENER CUIDADO»
El ministro aseveró que «yo dificulto que el fiscal Cooper o alguno de sus miembros hubiesen utilizado sus atribuciones para espiar al Presidente de la República. Otra cosa distinta es si las interceptaciones se hicieron en el contexto en el cual está establecida la ley, pero eso es un debate que por lo pronto hoy día ya se abrió respecto al amparo que ha interpuesto Josefina Huneeus y que entiendo que hoy día se va a alegar ante la Corte de Apelaciones de Antofagasta».
«En lo demás me parece que hay que tener cuidado, porque uno puede tener opiniones sobre el celo o exceso de celo de algunas instituciones, pero ante todo, en el sistema de justicia, por la sanidad del sistema democrático, uno tiene que esperar sus resultados».
Cordero sostuvo que lo que le parece más grave es la discusión que se da actualmente.
«Dejo al margen la prensa, porque la prensa, por cierto, tiene un rol que cumplir y por algo la ley consagra el secreto de la fuente. Pero transformar esto en naturalizar la filtración ilegal como un elemento que condiciona el debate político antes de conocer la decisión del fiscal es una de las cosas que creo que también daña el sistema institucional», afirmó Cordero.