Tras la aprobación de la admisibilidad por parte de la Cámara de Diputados, este lunes el Senado revisa la acusación constitucional presentada contra el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Antonio Ulloa.
Durante la sesión en la Cámara Alta, el abogado defensor Domingo Hernández expuso en favor del magistrado y formuló diversas críticas al libelo acusatorio.
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“Ulloa ya fue investigado y sancionado disciplinadamente, en sedes judiciales, con la medida de suspensión de su cargo por dos meses, con goce de medio sueldo, por estimarse que las imputaciones formuladas en su contra no tenían la gravedad necesaria para ameritar una sanción superior”, explicó Hernández ante los senadores.
JUEZ
El propio juez también tomó la palabra y reiteró que ya lo sancionaron por esos hechos.
El magistrado señaló que la acción presentada en su contra “muestra una falta de rigor por cuanto del estudio de la misma se muestran varios yerros y omisiones”.
MOTIVOS DE LA ACUSACIÓN
La acusación contra Ulloa surge a raíz de sus vínculos con el abogado Luis Hermosilla. Si bien la Corte Suprema decidió no destituirlo, este hecho motivó a parlamentarios del oficialismo a impulsar el juicio político.
El documento acusatorio, dividido en tres capítulos, sostiene que el juez habría incurrido en un “notable abandono de deberes”, al supuestamente compartir con Hermosilla información sobre acuerdos y votaciones judiciales, intervenir en designaciones de magistrados y no inhabilitarse en causas donde existía cercanía con las partes involucradas.
El nombre de Ulloa quedó vinculado al denominado caso “Audio”, tras las publicaciones de CIPER y The Clinic, que difundieron transcripciones de mensajes intercambiados con Hermosilla, las cuales forman parte de la carpeta investigativa de la causa.
CORTE SUPREMA
En el proceso disciplinario llevado a cabo por la Corte Suprema, el 30 de septiembre el Pleno del máximo tribunal resolvió mantenerlo en su cargo, ya que no se alcanzó la mayoría necesaria para aprobar su destitución.
Durante su intervención, Hernández enfatizó que, más allá de las facultades políticas del Congreso, “existe siempre el límite indispensable del respeto al debido proceso”.
“Y sucede que en la especie existe un pronunciamiento, una sentencia judicial ejecutoriada que aplica una sanción que fue cumplida”, subrayó el abogado, añadiendo que “es la primera vez que un caso sentenciado y juzgado por sentencia firme llega hasta el Senado”.
A su juicio, la acusación vulnera “la más flagrante infracción al principio de objetividad”.
Como ejemplo, señaló que mientras el libelo consta de 24 páginas, el expediente revisado por la Corte Suprema abarca 412. Además, indicó que “se cita 107 veces el nombre de Ciper, es decir, la base de la acusación es una investigación paralela, un juicio paralelo mediático, seguido ante la prensa, ante los medios de comunicación, pero que no tiene respaldo jurídico”.
DEFENSA DEL MAGISTRADO
Durante su exposición, Ulloa negó cualquier vínculo con una red de corrupción y explicó que su relación de “tres años” con Hermosilla fue de carácter “precario”.
“Se falta a la verdad cuando se dice que yo me comuniqué con un corrupto. Yo me comuniqué con un abogado serio. Es la misma situación que pasaría con don Manuel Monsalve, exparlamentario, exsubsecretario, ex secretario general del Partido Socialista. Hoy en día involucrado en una causa por violación”, expresó el juez.
Asimismo, añadió: “Jamás conversé con el señor Hermosilla respecto de una causa jurisdiccional administrativa, ya sea de la Corte de Copiapó o de la Corte de Santiago, en la cual él pudiera haber intervenido en la decisión que yo tomé como ministro”.







