Opinión

Derecha: Entre los más porfiados y los más apocados

Víctor Maldonado R. Sociólogo

Licenciado en Sociología y Magíster en Ciencias Políticas, ambas de la Universidad de Chile.

Kast y Matthei
La UDI no sabe cómo comportarse, ve a republicanos como una reencarnación de sus orígenes y ganarse a sí mismo nunca ha sido fácil.

Derecha: Entre los más porfiados y los más apocados

¿Cuántas veces se ha recriminado desde la centroderecha a republicanos el actuar con precipitación y sin acuerdos?

Es una escena que se repite.

No se trata de un error, más bien corresponde a una práctica habitual que tiene por función dejar a sus aliados sin más alternativa que seguirlos.

Es lo que aconteció con la acusación constitucional contra la ministra Tohá y va siendo hora de sacar las consecuencias de este procedimiento reiterado.

La pregunta clave es si este modo de proceder genera costos que se distribuyan equitativamente entre los participantes.

Y ocurre que no es así en absoluto.

Si el propósito de republicanos es el de agudizar la polarización, el resultado que se espera no es que cada iniciativa presentada tenga éxito, es que el conjunto de la oposición adopte la costumbre de seguir al partido de Kast, sea que esté de acuerdo o no con la oportunidad o el método que se aplique.

El gremialismo rezonga mucho, en especial después que se cosecha una nueva derrota, pero igual sigue secundando lo mismo que tanto critica.

Lo que no termina de entenderse es por qué este tipo de análisis se hacen al final de cada episodio y no en su inicio.

Esto es algo que nunca se explica.

Una razón válida debiera ser algo menos rudimentario que mantener la imagen de una oposición unida. Si el precio es la sumisión a las directrices de otro, la pérdida efectiva es superior al costo de guardar las apariencias.

Pensando en la competencia presidencial, el resultado es muy malo para Chile Vamos. No es únicamente que republicanos se salga con la suya, ocurre también que sus socios dejan de tener una línea de conducta coherente.

El partido de Kast es voluntarista en la táctica, pero es persistente en su estrategia, en cambio, la centroderecha se queda sin estrategia y, más encima, permanece todo el tiempo en silencio, dejando que sean otros los que asumen la iniciativa. Así se gana la patente de oscilantes en la acción.

¿Autocrítica? ¿Qué es eso?

Puede que Guillermo Ramírez, el presidente de la UDI, tenga razón al decir que el comportamiento republicano es “amateur” y “poco profesional” y que la crítica sea válida, pero mucho más interesante sería proceder a una autocrítica porque acostumbrarse a seguir aficionados es un mal todavía más reprochable.

La palabra “autocrítica” no parece existir en el vocabulario republicano y, como ha sido su tradición, anuncia que persistirá en su comportamiento “sea que les guste o no”. Su tema nunca ha sido el diálogo, sino el intento de imponerse.

Derecha: porfiados y apocados

La costumbre de actuar primero y evaluar después es la fórmula infalible para pasar a la retaguardia. No basta compartir motivos para actuar en coincidencia, delegando la responsabilidad de las consecuencias de lo que hacemos.

El gremialismo nunca ha sabido cómo tratar a una fuerza equivalente que habita en su mismo espacio político. Percibe que, en la próxima elección, republicanos definitivamente lo va a sobrepasar. Lo que consigue con su comportamiento apocado es proceder como si esa situación ya se hubiera producido.

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La UDI no sabe cómo comportarse, ve a republicanos como una reencarnación de sus orígenes y ganarse a sí mismo nunca ha sido fácil. Debiera concentrarse en su porvenir porque mirando para el lado terminará con tortícolis.

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