Este lunes 14 de octubre el diputado Diego Ibáñez (FA) realizó un llamado a la Comisión de Evaluación Ambiental de Valparaíso a rechazar el proyecto habitacional Maratué que será votado este martes.
El diputado hizo énfasis en la conservación de los espacios que aún quedan disponibles en la comuna y destacó que el dueño de la iniciativa sea cuñado de Andrónico Luksic.
«Puchuncaví es una comuna catalogada como zona de sacrificio, pero aún conserva los acantilados con restos fósiles milenarios, bosques de belloto del norte, lugar de anidación del piquero, hogar del chungungo, todas especies en peligro. Lugar de una naturaleza maravillosa. La inmobiliaria El Refugio, propiedad del cuñado de Luksic, dice que conservará solo el 12% del terreno. No lo aceptamos», declaró Ibáñez.
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Emplazó al Gobierno a «ser consecuentes» con el rechazo a este proyecto y la estrategia regional de biodiversidad, además recordó que los suelos están contaminados con arsénico y plomo, por lo que se preguntó «¿de dónde van a sacar agua en plena zona de escasez hídrica?, ¿dónde van a depositar el agua servida ? Sin ninguna estrategia de crecimiento de Esval, el impacto urbano va a destruir este frágil ecosistema, talando 131 ha de bosque nativo y 455 ha de vegetación esclerófila».
Según el parlamentario Ibáñez, en el lugar hay grandes cantidades se arsénico que llegaron por las emisiones del parque industrial Ventanas.
Apuntó a que también existen problemas con el acceso al agua, ya que hay un déficit de suministro. Sumó que actualmente los dos Cesfam de la comuna atienden 19 mil usuarios, que ya les cuesta atender, y el proyecto sumaría 35 mil nuevos pacientes.
En ese sentido, comentó que a día de hoy existen 4.100 matrículas para la educación y que no todos los menores de edad tienen acceso a la educación en Puchuncaví. La nueva demanda que llegaría con el conjunto habitacional llegaría a 5.438.
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Señaló que científicos de la Universidad Católica de Valparaíso (PUCVP) y de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) concluyeron que el sitio tenía valor para su conservación.
«Queremos desarrollo, queremos activación económica, pero no brutalidades como el megaproyecto inmobiliario Maratué, porque su dinero no vale más que el futuro de un patrimonio natural único en el mundo», sostuvo.
El proyecto contempla la construcción de 14 mil viviendas junto a una inversión de 2 mil millones de dólares, que debería ser ejecutado en un plazo de 45 años.
