El sector que defiende a «la familia» pero guarda silencio ante los abusos.
El pasado viernes, Eduardo Macaya Zentilli fue sentenciado a seis años de cárcel por cuatro delitos de abuso sexual en contra de dos menores de edad.
Su hijo, senador y -ahora- expresidente de la UDI, Javier Macaya, se refirió al tema por primera vez el 7 de junio, justo después de la formalización de su padre, señalando que era “una acusación falsa”.
El panorama actual, no es muy diferente. El domingo pasado, Javier Macaya se refirió al tema en el programa Mesa Central de Canal 13, donde dijo que estaba «del lado de su padre».
Además, cuestionó un video que sirvió como prueba en el juicio.
De este modo, el caso de Eduardo Macaya Zentilli abrió algo más que una puerta de salida, dentro de la derecha.
¿Patrón de conducta?
El sector que se caracteriza por autoadjudicarse el ser defensor de la familia y de los valores, es el mismo que, al parecer, al descubrirse casos de abusos sexuales en contra de menores, aparece relacionado con personas del sector que han vulnerado los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Hoy estamos, nuevamente, frente a un patrón de conducta que se está permitiendo o justificando, o al menos, revictimizando a las víctimas.
¿Será que estamos frente a una situación similar al Caso Convenios que afectó fuertemente a la izquierda del Frente Amplio y sus socios, que callaron al principio?
Porque el caso Macaya cuando detonó y hasta hoy, buena parte de la derecha ha mirado para el lado, sobre todo, desde la UDI.
La propia candidata del sector guardó por meses silencio frente al tema.
¿Estamos entonces, frente a una crisis que va a repercutir en toda la derecha?
Vamos con un poco de historia
Caso Colonia Dignidad
Diversos políticos del sector de la derecha y ultraderecha que hasta hoy siguen vigentes, han defendido activamente a la llamada Colonia Dignidad.
Asentamiento sectario de donde se cometieron graves delitos, liderado por el alemán Paul Schäfer quien estuvo prófugo por 8 años y finalmente fue detenido en Argentina.
Jaime Orpis, Juan Antonio Coloma (padre), Andrés Allamand y Jorge Ulloa fueron solo algunos de los ex congresistas que hasta hace pocos años se desempeñaron en la política y fueron fervientes defensores de Colonia Dignidad en el Parlamento.
Actualmente hay un nombre que ha tomado fuerza en la política, sobre todo en el contexto de los próximos comicios: Evelyn Matthei.
«Yo quiero ser total y absolutamente clara, acá toda la sociedad, todos nosotros, debemos estar siempre de parte de los niños, niñas y adolescentes, aquí no cabe ninguna otra defensa que ella: la de las víctimas». Así comenzó la declaración de la actual alcaldesa de providencia respecto a la condena de Eduardo Macaya Zentilli.
Sin embargo, a Matthei se le imputa haber formado parte del grupo de derecha que dio apoyo y protección a Colonia Dignidad.
Caso Spiniak
Otro caso que remeció a la clase política en Chile, fue el Caso Spiniak.
Este se convirtió en uno de los mayores escándalos judiciales y políticos, luego del testimonio de una mujer que involucraba a parlamentarios con fiestas sexuales y menores de edad.
De este modo, uno de los fundadores de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jovino Novoa estuvo fuertemente cuestionado en este caso de pedofilia.
Sin embargo, la testigo clave de las acusaciones se retractó -de la noche a la mañana- señalando que “todo, todo era mentira”. No pudo acreditarse la responsabilidad de Novoa.
¿Hasta dónde golpea el caso Macaya al sector de la derecha?
Es así como el Caso Macaya abrió nuevamente una puerta, dejando al parecer en evidencia que los escándalos sexuales que involucran menores de edad en los que ha estado envuelto el sector, seguirán repercutiendo a la derecha.
Se repite como un patrón, y se les devuelve como un boomerang, cada cierto tiempo salen a la luz episodios de violencia sexual donde se ven vulnerados los derechos de menores de edad.
La sensación que deja en el sentido común social, es evidente, se asocia que el poder de este sector está está vinculado a los abusos, sea ejecutándolos o amparándolos.
La derecha sabe que importantes sectores de los suyos nada tienen que ver con aquello. Pero el silencio o el mirar al lado, los ha ido envolviendo.
Imprescriptibilidad de delitos sexuales
En julio del 2021, durante el gobierno de Sebastián Piñera se aprobó en general la llamada ley de imprescriptibilidad de delitos sexuales contra menores de edad.
Ley que permite perseguir por siempre a los abusadores y cómplices, ya sean personas o instituciones.
En ella, Javier Macaya, como parlamentario junto a otros del sector, se abstuvieron en la votación.
Igual que, Juan Antonio Coloma, María José Hoffman, exsecretaria general de la UDI y candidata a la gobernación de Valparaíso.
Otro fue Celso Morales, quien de profesión es profesor de educación básica y se desempeñó como Diputado hasta el 2022.
Por último, y no menos importante, Guillermo Ramírez, actual Presidente de la UDI, por la renuncia de Javier Macaya a raíz de la polémica que provocó la sentencia de su padre y posteriores declaraciones. Él también miró para el lado y se abstuvo.
Ramírez, también fue uno más en la lista de parlamentarios del sector de derecha que se abstuvieron en aprobar la ley que buscaba perseguir a abusadores de niños, sin importar cuánto tiempo haya pasado de cometido el delito.
¿Se habrán arrepentido o, al menos lo recordarán?
En conclusión, resulta extraño que aquellos que han levantado banderas en defensa de la vida del que está por nacer, no sean coherentes en sus planteamientos para defender la integridad ante ataques sexuales de aquellos menores que ya nacieron.
Finalmente, luego de que la UDI respaldara a Javier Macaya en su cargo de líder y tras días de la renuncia de Macaya a la presidencia del partido, la UDI realizó un comunicado.
Allí, expresan que «cualquier tipo de abuso es repudiable y solo cabe respetar la decisión de los Tribunales de Justicia». Y a la vez, acusan al Gobierno de efectuar un «aprovechamiento político» de esta situación.