El Tribunal Supremo de la Democracia Cristiana (DC) resolvió suspender de manera preventiva los derechos partidarios del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, profundizando una tensión que desde hace meses recorre al partido y que hoy se expresa como una disputa abierta por el rumbo político de la Falange. La decisión se tomó luego de que la Directiva Nacional enviara al órgano disciplinario los antecedentes de la reunión que el exmandatario sostuvo con el candidato presidencial republicano José Antonio Kast.
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Más que un hecho aislado, la directiva interpretó el encuentro como un episodio que desafía directamente las decisiones colectivas adoptadas en torno al posicionamiento electoral del partido. Según señalaron, la reunión remeció la credibilidad interna, porque expone publicamente diferencias que la DC ha intentado moderar desde que definió su apoyo a la abanderada oficialista Jeannette Jara.
UN GESTO QUE ACELERÓ UNA CRISIS LATENTE
La cita entre Frei y Kast —realizada el lunes en el domicilio del expresidente y en presencia de su hija Magdalena— terminó catalizando una crisis que venía escalando desde el verano, cuando Frei acusó a su partido de “traicionar sus principios” tras el respaldo a la carta del PC. Para parte de la militancia, aquella crítica marcó el inicio de un distanciamiento que ahora se formaliza en un proceso disciplinario.
Al interior de la colectividad sostienen que el procedimiento es habitual cuando se reciben antecedentes que puedan constituir faltas graves. Sin embargo, admiten que la suspensión preventiva refleja la necesidad de dar una señal política clara en medio de una etapa compleja, donde la DC intenta ordenar su discurso y recomponer su identidad histórica.
UNA FALANGE EN DISPUTA POR SU LUGAR EN EL MAPA POLÍTICO
Desde la directiva remarcaron que este episodio no surge en el vacío, sino que se suma a una seguidilla de gestos públicos que han tensionado la convivencia interna y reactivado el debate sobre qué significa hoy ser democratacristiano. El caso Frei, indican fuentes de La Radio, obliga al partido a enfrentar una discusión que venía posponiéndose: cómo encarar el ciclo electoral y qué frontera política está dispuesto a trazar.
La suspensión de Frei, recalcan dirigentes, no busca solo sancionar un acto individual, sino contener la erosión de una orgánica que intenta evitar señales contradictorias en plena fase preelectoral.
LA DC Y UN DEBATE MAYOR: DISCIPLINA, IDENTIDAD Y FUTURO
Con este paso, el Tribunal Supremo abre un proceso disciplinario que podría extenderse durante las próximas semanas y cuyo desenlace será observado con atención dentro y fuera del partido. En los hechos, la DC se encuentra ante una encrucijada: la necesidad de reafirmar su disciplina interna mientras intenta reconstruir un proyecto que conecte con sus raíces históricas sin perder relevancia electoral.
La suspensión preventiva de Eduardo Frei, más que un gesto administrativo, termina simbolizando la transición que vive la Falange entre su legado pasado y las nuevas definiciones que deberá adoptar en un escenario político fragmentado y crecientemente polarizado.
La Democracia Cristiana decidió por unanimidad remitir al Tribunal Supremo la conducta del expresidente Eduardo Frei, tras su reunión con el candidato José Antonio Kast.
La DC argumentó reiteración de acciones contrarias a definiciones partidarias y reiteró su respaldo… pic.twitter.com/Pn6Jelt6Lp
— AgenciaUno (@agenciaunochile) November 26, 2025






